Las boticas cubanas y los clones de Lino

Las boticas cubanas y los clones de Lino

Cuando uno se enfrenta por primera vez físicamente con una farmacia en los Estados Unidos, se queda petrificado. Aquello no se parece para nada al concepto que tenemos de farmacia o botica, como la llamamos los más viejos. Y por ende los farmacéuticos eran boticarios. El boticario, vocablo que procede de la voz griega apotheka, identificado como almacén o tienda de víveres, es el titular de una farmacia o botica, lugar donde se preparaban los medicamentos que prescribían los médicos, por ello lo que voy a describir ahora no está muy lejos del título de boticario.

Al llegar a Estados Unidos nos costó trabajo asimilar que junto con los medicamentos están la oferta lo mismo artículos de aseo personal y limpieza hasta cosas que no tienen nada que ver directamente con los asuntos de salud, como son juguetes, artículos electrodomésticos, golosinas, variados tipos de alimentos, vinos, perfumes y hasta fotografías y copiado de llaves.

Después uno se da cuenta de que esta política no es exclusiva de un establecimiento en particular o cadena de farmacias, sino una práctica universal que propicia el que uno vaya a buscar una aspirina y se marche cargando paquetes de café, bombones, panes o galletas, espejuelos para sol o pregraduados, queso y jamón, champú, cables para la computadora o el celular, un almanaque, y quién sabe cuántas otras cosas.

Pero en definitiva, en una sociedad de consumo, donde la adquisición de artículos, aunque no le haga falta al comprador es una costumbre implantada en las mentes de las personas, aunque después tenga que recurrir a algo que me atrevo a decir que es exclusivo de Estados Unidos: las ventas de garage, donde vendes por uno o dos dólares cosas que no usaste o empleaste muy poco y que te costaron veinte dólares.

Y ese es sin duda uno de los motores de la economía, la compra incesante y hasta innecesaria, hace que la producción no se detenga y crezca sin pausa. La gente regala y bota cosas que están nuevas, pero que ya no gustan o porque salió al mercado una nueva, probablemente de muchísima menor calidad, pero que da un estatus social que se vuelve necesario aunque no lo es, sino en muchos casos pura vanidad.

CVS Pharmacy – https://upload.wikimedia.org

Así vemos que tienes un televisor de la mejor marca o la marca más reconocida, porque en ese mundo al igual que en muchos otros, los componentes los fabrica, para muchas marcas, un mismo proveedor, y la única diferencia es que se trata de un Sony, cuya calidad es similar a otras que resultan poco conocidas. De ese mismo televisor o marca aparece una nueva oferta que ahora tiene, por ejemplo calidad 4K, o sea tamaños de imagen que tienen alrededor de 4000 píxeles de resolución horizontal, una mejora de la resolución de imagen que cuadruplica la resolución de la Alta Definición o High Definition. Pero nadie tiene en cuenta que a pesar de que las imágenes nos permiten ver mejores detalles, por Internet no se pueden transmitir los contenidos actualmente pues requerirían de un ancho de banda muy alto para los estándares actuales y ni siquiera empleando formatos físicos podemos disfrutar totalmente de la capacidad tecnológica, pues estos emplearían muchísimo espacio, por lo que casi lo compramos por gusto. No es raro deshacerse de excelentes juegos de muebles, construidos con maderas preciosas, para cambiarlos por otros de factura moderna, pero hechos con madera triturada, que van a tener una vida muy corta, tan corta como la vanidad que hizo que se compraran.

Por lo tanto es solo una convención social lo que ganamos cuando adquirimos un televisor 4K, o un mueble moderno, pero para ello tenemos que vender casi regalado, o regalar, o botar, el modelo que nadie quiere por antiguo. Igual ocurre con los televisores “smart” y los que no son inteligentes, cuya única diferencia respecto al resto es que cuentan con un circuito o dispositivo que hace posible su acceso a servicios de internet, ya que en el resto son básicamente similares, pero ya se vuelven obsoletos para el gusto popular y pagan por ellos muchísimo más que lo que costaría adquirir un dispositivo externo como Roku, Chromecast y otros que los convierten en “smart”.

Yo tengo dos televisores, un Sony de 43 pulgadas que me costó veinte dólares y un LG de treinta y dos pulgadas que me costó veinticinco y que convertí en “inteligentes” o más propiamente, con acceso a Internet, con los dispositivos mencionados. Sus antiguos dueños los vendieron como chatarra y pagaron quinientos o probablemente mil dólares por tener uno que elevara su estatus social y les permitieran comentar que se compraron un 4K o un Smart TV.

Y aunque desconozco el tema, seguramente un medicamento de un laboratorio de renombre, probablemente utilice los mismos componentes y formulación que un medicamento genérico, muchísimo más barato.

La medicina y en particular la farmacéutica, no es ajena a los mecanismos consumistas y mercantilistas que dominan la economía norteamericana. Probablemente esté entre los más rentables.

Momificación en el antiguo Egipcio – https://noloseytu.blogspot.com

Surgimiento de las prácticas farmacéuticas y la farmacia

El hombre primitivo no podía explicarse las enfermedades, por lo que optó por buscar remedios, fundamentalmente de origen vegetal, mineral o animal y otro tipo de cura a través de la magia al atribuir la enfermedad a una fuerza sobrenatural. Al desarrollarse la sociedad humana, se producen progresos notables en Asiria, Babilonia y Egipto, los que pasan después a Grecia y Roma. Probablemente fue en Egipto, dada su creencia de garantizarse una existencia cómoda después de la muerte, donde fue mayor este desarrollo, por lo que se guardaron celosamente en papiros, el detalle de los remedios contra enfermedades y las proporciones de sus componentes, cómo prepararlos y emplearlos, lo que constituye la base de la farmacopea moderna.

Es justo recordar que si hemos reconocido los aportes al desarrollo de la humanidad por parte de los alemanes y los chinos, también es justo precisar que los musulmanes, incluidos en ellos a los árabes, inventaron el Álgebra, la Química, la Geología, el alumbrado de las calles, los vidrios para ventanas, varios instrumentos de cuerdas, el ajedrez y difundieron la cultura médica de forma prominente y hospitales, escuelas de medicina y manuales o tratados de medicina e introdujeron términos imprescindibles como jarabe, alcanfor, alcohol, azúcar, azafrán, almizcle, álcali, ábaco y muchas otras, mientras subsisten en regiones rurales de España vocablos descriptivos de enfermedades como medeni (enfermedad venosa), gese (inflamación de los párpados), caratan (cáncer), aguazarca (glaucoma).

Médicos árabes en una cirugía oral – https://iconosmedievales.blogspot.com

Mientras la ciencia árabe conservaba los conocimientos médicos y hacía numerosos aportes, la Europa continental, ahora bajo el dominio de la égida espiritual y política del cristianismo, redujo notablemente la medicina porque según sus dogmas, el cuerpo era solamente el aposento del alma, y sus males eran despreciables respecto a los males espirituales. Pese a ello, en los monasterios se conservó el conocimiento médico y se asentó durante siglos en voluminosos libros, mientras se cultivaban plantas medicinales.

Oración a San Luis Beltrán – http://el-evangelio-del-dia.blogspot.com

De esos tiempos data las costumbres que aunque han decaído, se mantienen en las personas de nuestra generación, de la curas a través de la invocación a santos patronos, con los que fueron identificadas las enfermedades. Todos conocemos la Oración a San Luis Beltrán contra dolencias, enfermedades, hechicerías y conjuros, principalmente el mal de ojo, acompañada de muchísimas otras, como la Oración a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, la Oración a San Lázaro, Oración a San Román para los males de la lengua, Oración a Santa Teresita del Niño Jesús, Oración a San Juan Bautista, Oración a Santa Lucía para sanar enfermedades de la vista, o la Oración a San José.

La edad media fue la era de los santos sanadores, del desprecio a la sanación del cuerpo y el ensalzar las virtudes del alma. pero afortunadamente llegó el Renacimiento, esa necesaria etapa en la se renovaron las artes y las ciencias, lo que permitió que la humanidad avanzara hacia la Edad Moderna y saliera un poco del oscurantismo. Y fue dentro de ese período del Renacimiento que Cuba fue colonizada por los españoles, que venían además, y afortunadamente, acompañados con la influencia árabe.

 Botica medieval – https://upload.wikimedia.org

Las boticas

Es de esa manera que nos llega con la colonización lo que se conocía en Cuba como Botica, el nombre que se le dio a las farmacias. Botica viene del griego y significa almacén o depósito y que identificamos con el lugar donde se fabrican y venden los remedios para curar enfermedades y donde también se ofertaban muchas otras mercancías, de ahí la frase: “de todo como en Botica”, que donde único se cumple al pie de la letra es en las boticas o farmacias norteamericanas, donde en realidad lo que menos se oferta son medicinas.

La farmacia que nos trajeron los colonizadores era el resultado de la conjugación de la farmacia europea con el notable aporte de los árabes que dominaron por siglos la península ibérica, y donde hicieron grandes contribuciones tanto a la medicina como a las ciencias farmacéuticas, pasando por la fisiología, la anatomía, la cirugía y la medicina experimental. Entre ellos destacó Avicena, que sentó las bases de la medicina moderna, mientras que Avenzoar fue el primer cirujano experimental conocido. Pero sobre todo destacaron por el respeto de la ética médica.

Una botica en Florencia, año 1500 – https://upload.wikimedia.org

La botica cubana contó con el legado árabe que le daba un destacado papel social a la farmacia, la que tenían un papel importante dentro de la vida cotidiana. Los personajes más importantes de una comunidad eran el alcalde, el jefe de la policía, el médico y el boticario, el cual tenía impresionantes conocimientos de alquimia, biología, química, botánica, agricultura, contabilidad y latín.

Había dicho el filósofo francés Voltaire, algo que era un principio de muchos médicos: “El arte de la Medicina consiste en entretener al paciente mientras la naturaleza cura la enfermedad”.

Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci – https://upload.wikimedia.org

Pese a ello, que quedaba en el campo de la filosofía y muchas veces no permitía la curación, la gente buscaba por todas las vías posible, el alivio o la cura de sus males. A pesar de saber que muchos ingredientes provocaban efectos adversos y desagradables, la gente lo demandaba y mezclaba con métodos místicos y magia o religión, que tienen similar sustento etéreo y solo surten efecto en la mente y con cuya sugestión es posible que surtan un efecto positivo, pero no curan nada. Pero aún hoy en día es difícil luchar contra el oscurantismo que las religiones, sobre todo el cristianismo ha plantado durantes sus siglos de existencia, aunque afortunadamente, el papel de la ciencia es cada día mayor en todos los aspectos de la vida.

Droguería Taquechel – http://lahabanavieja.blogspot.com

La farmacia en la República

Seguramente nos acordamos del programa de televisión San Nicolás del Peladero, donde el gallego boticario se la pasaba hablando de su farmacopea, donde abundaban la zarzaparrilla, la ipecacuana, el opio, el alcanfor, jarabes, ungüentos y otros remedios y donde el gallego se destacaba cuando decía: ¡Ay, mi farmacopea!”, “¡Santiago de Compostela!”, o cuando regañaba a su sobrino diciéndole: “¡Cá la boca anemal!. Juan Carlos Romero se había hecho famoso antes de la revolución con su personaje del borracho Balance en La Taberna de Pedro, en una caracterización que seguramente no le costaba mucho trabajo porque muchas veces lo ví, años después en los portales de Radio Progreso tomando ron.

Se dice que la botica era un establecimiento en el que se preparaban medicamentos de forma artesanal y se vendían. Cuando surgen los grandes laboratorios farmacéuticos, la botica progresivamente va cambiando su nombre por el de Farmacia o Droguería y pasan a constituirse en un comercio especializado no solo en medicinas, sino en artículos o productos para la salud, artículos de aseo y de belleza. Y en todos los barrios había varias boticas, de hecho en el Cerro, cerca de Palatino donde vivía, no caminabas más de dos o tres cuadras sin encontrar una. No eran tan numerosas como las bodegas o los puestos de chinos, que dominaban cada esquina, pero sí había bastantes.

Y a pocos pasos de mi casa, en Suzarte y Salvador, estaba la botica del Dr. Benito Perales, cuya esposa fue la famosa Mirta de Perales, que puso a mitad de cuadra por la calzada de Salvador, una peluquería con un gran atractivo: una fuente donde hacía unos frozen de chocolate o vainilla tan caros como exquisitos, mientras que su marido preparaba los que después llegarían a ser famosos productos de belleza en Miami. Como desde el portal de mi casa se veía la farmacia, se me ha quedado en la mente los grandes letreros: Farmacia Dr. Perales, Salvador 202, Telf: I-6656, Turno los Lunes.

Había medicinas que eran tabúes, como eran los condones, en esos momentos se consideraba una mala palabra y se denominaban “preservativos”, que textualmente significa proteger o resguardar a alguien o algo, intentando conservar su estado, de un daño o peligro, en este caso de un embarazo. Y solamente los compraba un hombre si lo atendía en la farmacia otro hombre.

Farmacia en Sagua la Grande 1950 – http://www.phottic.com

Hasta la década de 1960 y algo después, condón no era la única palabra considerada ofensiva y la que le daba pena pronunciar a los clientes, también estaban remedios para la gonorrea, sífilis, almorranas y otros como Acetylvarsán, un tratamiento para la sífilis junto con otros de igual fin que contenían bismuto y otros arsenicales y mercuriales, Daguenan 693 o Ulirón para la blenorragia o gonorrea. También estaban los medicamentos que ningún hombre se atrevía a pedir, y eran las almohadillas o toallas sanitarias para la menstruación y que nadie se atrevía a pronunciar, aunque se identificaban con la palabra “Kotex”, Tampax o sus similares, lo mismo que los famosos Pesarios Rendells, dispositivos que se situaban en la vagina para evitar el embarazo. Y ni pensar en comprar Evanol o Fandorine, o hasta supositorios.

Y por supuesto los niños no tenían nada que hacer en la farmacia, salvo comprar algún caramelo o chiclet, o pesarse en la pesa que costaba un centavo, lo que era toda una aventura, de forma tal que a veces lo preferíamos antes que gastarnos el exiguo capital en golosinas.

Las farmacias de barrio contaban con servicio de mensajeros, principalmente en bicicleta o a pie, que llevaban hasta las casas las órdenes solicitadas y un día a la semana estaban de turno, es decir que tenían obligación de atender a cualquier hora a los que necesitaran sus servicios.

De todas formas, la botica era una parte infaltable del panorama del barrio y el boticario, en ocasiones, más importante que el bodeguero, el carnicero o el chino del puesto de viandas, que ya era decir.

 Sarrá – http://rigobertomuniz.com

Las grandes farmacias y droguerías

La gran droguería Sarrá formaba parte del patrimonio farmacéutico habanero, al que también se sumaba la droguería Johnson y la Taquechel , ubicadas en la calle Obispo.

De estas hemos comentado ampliamente, sobre todo del papel importantísimo que jugaron en el desarrollo farmacéutico cubano, sobre todo con Sarrá y su descendencia, pero no se puede dejar de mencionar el papel de las farmacias de barrio de las que hicimos referencia, entre las que se destacaban algunas que llegaron a contar con gran reconocimiento.

Si gallegos y asturianos dominaron en cuanto al comercio de víveres, los catalanes fueron líderes en farmacia, sin hablar del tabaco y el ron. Sarrá fue tan famoso en Cuba, y su nombre sigue sonando, como Partagás, Gener, Gelats y Bacardí. La droguería y farmacia de Valentín Catalá y su sobrino José Sarrá Catalá, llamada La Reunión, logró surtir, tras unificar las farmacias tradicional y la homeopática, con productos para todos los hospitales del país, creando sales, jarabes y extractos, y su sobrino, José Sarrá Vandejuli, logró revolucionar y mejorar la empresa y su hijo, Ernesto Sarrá, el que verdaderamente desarrolló el negocio, convirtiéndolo en uno de los más importantes y exitosos de Cuba, donde formó más de cien boticarios en sus laboratorios y se constituyó en la droguería más grande de Cuba y de América Latina, aunque su propaganda la denominaba “la mayor del mundo”, sitio que ocupaba la estadounidense Johnson. Sarrá, además de medicinas, tenía una tienda por departamentos, una fábrica de jabón, de perfumes, de desinfectantes, insecticidas, artículos para el hogar y materias primas para panaderías y dulcerías y además creó un vasto imperio inmobiliario, donde se hizo famoso el dicho: “tiene más casas que Sarrá”.

Pasada la era colonial y ya en la republicana las farmacias pasaron a ser de pequeñas empresas productoras de medicamentos a comercializar y en algunos casos a producir en gran escala determinados productos farmacéuticos, dejando de ser los embriones de laboratorios para volverse una red de comercio que generó importantes investigaciones y realizó publicaciones valiosas a la par que se desarrollaba la carrera de Farmacéutico en las distintas universidades. Ello permitió no solo una producción masiva de medicamentos que cada vez estaban más al alcance de todo el pueblo, sino que también contaba con controles de calidad eficaces.

Farmacia Francesa de Triolet, Matanzas – http://www.tvyumuri.icrt.cu

A finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, Cuba contaba con más de cuarenta laboratorios farmacéuticos que abastecían alrededor de la mitad de la demanda de medicinas que se consumían en la isla y había presencia de unos setenta productores extranjeros, entre ellos los más reconocidos.

Y se hicieron famosas las farmacias Crucero de la Playa, Farmacia y Droguería Amiguet, Droguería Iglesias, La Verbena, Droguería Danhauser, Farmacia José Navarro, Droguería Penichet, Droguería y Farmacia Campa en Santa Clara, Farmacia del Comercio en Santiago de Cuba.

Al nivel de Sarrá, Taquechel y Johnson, estaba la Botica Francesa a Botica Francesa, de Ernesto Triolet fundada en 1882 en la ciudad de Matanzas, frente a la Plaza de Armas de esa ciudad y donde se ubicaría en 1964 el Museo Farmacéutico, el único de su tipo en el mundo que conserva íntegramente todas es piezas e instalaciones originales.

 www.cadenagramonte.cu

La revolución y los medicamentos.

La cobertura universal que se planteó el sistema de salud pública creado por la revolución, implicaba contar con un sector farmacéutico sostenible que permitiera el acceso a todos los medicamentos necesarios. Fue así que se logró que la industria farmacéutica nacional llegara a abastecer cerca del setenta por ciento de los fármacos con otro logro importante, precios bajos teniendo en cuenta el nivel comparable de ingresos de la población. Pero además se logró algo muy importante, un fenómeno casi ajeno al socialismo: el mantener un suministro estable.

El desarrollo de la industria de medicamentos en Cuba no comenzó con el gobierno revolucionario, pero sin duda al considerar a la salud pública junto con la educación, pilares de primer orden en cuanto a la propaganda política por ser dos sistemas al que pueden acceder cualquier cubano de forma gratuita y con la calidad debida. Al margen de este aspecto, sin duda alguna ha existido un avance incuestionable.

A pesar de los altos costos que ello representa, al contarse con los elementos humanos calificados para ello, se desarrolló en la década de 1980 y como parte del esfuerzo de lograr una medicina de calidad, la potenciación de la industria farmacológica y biotecnológica de Cuba. Entre sus logros se pueden encontrar el Heberprot P dirigido a tratar las complicaciones de la úlcera del pie diabético y a evitar las amputaciones, el Heberferón, una combinación del interferón-Alfa y Gamma recombinante, para tratar cáncer de la piel no melanoma, la CIMAvax-EGC, una vacuna para los que padecen cáncer del pulmón en estado avanzado y que alarga la vida de los pacientes, VA-MENGOC-BC, vacuna muy efectiva contra la Meningococos B Y C, Melagenina Plus: creado para la cura del vitíligo y se elaborado a base de la placenta humana, Policosanol (PPG): es un producto natural para disminuir el colesterol, el Nimotuzumab es una vacuna para tratar tumores malignos en diferentes partes del cuerpo.

Además un éxito importante del sistema de salud cubano estaba en el enfoque en la prevención y educación de la población, y junto con sus excelentes estadísticas de mortalidad infantil y esperanza de vida, así como nutrición, le permitieron llegar a que se considerara como una potencia mundial en medicina, siendo además uno de los países que emplean un porcentaje más altos de su producto interno bruto en salud e investigación y desarrollo médico, sin rival en Latinoamérica.

Pero las crisis inherentes al sistema socialista no podían dejar de afectar a este sector de la sociedad, y junto con la esporádica escasez de determinadas materias primas, comenzó la falta de medicamentos y junto con ellas medidas que se tomaron estuvo la de exportar el servicio de médicos a otros países, por lo que para su pueblo, la medicina no solo dejó de ser un servicio de excelencia, sino que cada vez se deteriora más y los servicios hospitalarios, antes alabados, ahora son temidos por caracterizarse de ser desastrosos.

Una desabastecida farmacia cubana – http://balancecubano.blogspot.com

La crisis de los medicamentos

Cada cubano puede acceder mensualmente a los medicamentos que requiera, pero ahora a través de una libreta de racionamento, a la que se ha llamado “tarjetón” y que no es más que otro síntoma de la crisis del sistema de salud y del sistema socialista.

Los medicamentos del tarjetón eran suministrados de forma priorizada, pues son aquellos destinados a pacientes con enfermedades crónicas o críticas, como puede ser la diabetes, la hipertensión y otras de modo que se puede ejemplificar. Cuando alguno de esos medicamentos estaban “en falta”, como se le decía cuando no había disponibilidad de ellos, entonces el farmacéutico comenzaba a llamar a otras farmacias hasta encontrar con una que dispusiera del producto y entonces le daba una especie de remisión para que las buscara allí.

El caso es que no podía demorarse porque podían existir otros pacientes con igual situación y el que llegara primero “se llevaba el gato al agua”, refrán que se refiere a definir el éxito de una persona que consigue un objetivo difícil y que otros también querían, sin duda una frase muy gráfica porque no es fácil meterse al mar o al río con un gato porque se defiende con dientes y uñas, algo difícil y hasta peligroso. Así me vi muchas veces corriendo desde Fontanar hasta Santiago de las Vegas, hasta la Playa de Marianao o hasta Guanabacoa, recorriendo distancias gigantescas para contar con los medicamentos que a veces había que buscar en un lugar y otros a decenas de kilómetros del primero.

Pero como todo en Cuba, la situación ha llegado, como una muestra más de descomposición del sistema hasta retrotraer, sobre todo a los más necesitados, a los tiempos en que había que hacer cola desde el día anterior o más, y ahora la gente averigua que los medicamentos los descargan en la farmacia un día fijo de la semana y los venden al siguiente, por lo que si uno no va temprano, se queda sin ellos porque nunca alcanzan. Y así y todo, algunas veces las malas noche no dan su fruta y no se encuentran los medicamentos necesarios.

Pero como ocurre en Cuba con todo, lo que no hay en la farmacia, está disponible en la calle, con ese nutrido ejército que vive en Cuba, sin trabajar, del mercado negro y de lo que se roban en todas partes. Eso sí a un precio que la mayor parte de la gente, sobre todo los jubilados, no pueden pagar, porque tienen un precio veinte veces mayor que el estatal. Y si no quieres recurrir a los bisneros, puedes hallar lo que necesitas en sitios on line como revolico.com y otros. Como dicen popularmente los cubanos : “te toca pero no hay”.

     La triste recompensa de la revolucióm a los jubilados – https://nepabuleici.wordpress.com

La crisis de medicamentos en las farmacias cubanas ha llegado al faltante de más de cien medicamentos, afectando a personas con cardiopatías, hipertensión y problemas respiratorios. Ni se diga de medicinas muy especializadas y caras para tratamientos de cáncer y otras enfermedades graves. La gente ahora le pide de forma priorizada a sus familiares que vive en otros países, no solo que le envíe dinero para comida, productos de aseo, ropa, calzado y electrodomésticos, sino que ha convertido en una prioridad la demanda de medicinas, desde aspirinas o ibuprofeno hasta medicamentos de cualquier tipo.

Se comenta que el dinero destinado a pagar la compra de medicinas y componentes para fabricarlas fue tomado por los que manejan las finanzas del país, en este caso el yerno de Raúl Castro, jefe de GAESA, el emporio militar, para emplearlo en otros destinos, entre ellos para robárselo y engrosar su peculio personal, el que se ve favorecido también por los ingresos del sector turístico y la exportación de más de mil cien millones de dólares en medicamentos producidos en Cuba. A la clase dominante no le falta nada. No una aspirina, sino nada de nada, así que si el pueblo ha aguantado hasta aquí, si no despierta o se exilia completamente del país, va a tener que seguir aguantando otros sesenta años. O cien porque ahorita llegamos y hacemos trizas el refrán de que “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”.

http://cubasi.cu

Un tema del que me repugna hablar.

El sistema de salud cubano no garantiza los medicamentos, por lo que te recomiendan, antes de que lo compres en el mercado negro, que lo adquieras en las farmacias internacionales

Estas surgieron como una necesidad cuando se descongelaron, por razones económicas, las prohibiciones de acceso de turismo internacional a Cuba, por lo que de una inicial, ya existen en el país unas 46 farmacias internacionales, la mayoría de ellas en instalaciones hoteleras, además de siete Clínicas del Sol, cinco Ópticas Miramar y otros centros especializados con pequeños establecimientos donde se comercializan medicamentos en divisas.

Ahi se puede comprar desde medicamentos de primera necesidad hasta medicamentos de alta gama, pero el precio es por lo regular muy elevado para el nivel adquisitivo del cubano y a pesar de que no tienen salida, terminan muchos de ellos llegando a su fecha de vencimiento sin que nadie los utilice.

Y médicos que conocemos muy de cerca, nos han contado que en Venezuela y Bolivia, existen en cantidades interminables, medicamentos producidos en Cuba que muchas veces reparten en exceso para que alguien los utilice, mientras que en la Isla escasean.

Médicos cubanos: mercancía y esclavitud – http://oposicion-pinera.blogspot.com

Mientras tanto algunos trabajadores dedicados a la producción de fármacos, le incorporan grandes cantidades de productos como glicerina, talco o alcohol a las fórmulas para ellos robarse y vender otras materias primas que pueden tener otro uso en el mercado negro, a la vez que los empleados de las farmacias negocian reteniendo y revendiendo los productos que debían aliviar la salud y el dolor de los cubanos. Pero lucrar con el dolor de otros ha sido siempre uno de los principales objetivos de la dictadura que desgobierna a Cuba.

Para todo este desastre el gobierno cubano dice que tiene la solución: hay una persona que se graduó de medicina en Cuba, pero asegura que nunca ha usado medicamentos para curar a sus pacientes, se llama Lino Bárbaro Tomasén Vera y es capaz de diagnosticar una enfermedad sin ningún tipo de análisis o pruebas, y que además los cura solamente con sus manos. Lino Tomasén es un Médico Especialista en Medicina Interna, pero es también un espiritista multidisciplinario, un medio de comunicación de varios Chamanes africanos, de dos sanadores chinos y de un Monje Franciscano. Ha mostrado sus dotes en Estados Unidos, España, Colombia y Argentina.

Por lo tanto, van a clonar a Lino y situar un clon en cada barrio, así que no van a hacer falta ni médicos ni medicinas, lo que va a poner a Cuba a la cabeza de la medicina mundial.

Lino Tomasen: no va a ser fácil clonarlo – http://habanainsomne.blogspot.com

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