A principios de 1976 me encontraba estudiando en el Instituto Técnico de Organización del Trabajo “Julián Grimau”, donde personal seleccionado por empresas y ministerios se preparaban para introducir principios técnicos de avanzada que permitieran organizar debidamente el trabajo y los salarios y con ello desarrollar la economía nacional. Como ya anteriormente abordé en otro artículo, esa ha sido una de las tantas fallidas acciones dentro de una economía supuestamente “socialista” y que no era más que un capitalismo monopolista de estado y que no solo condujeron una vez más al fracaso y al reforzamiento de la dependencia casi total que tenía el país de la Unión Soviética.
Pero ese no es el centro de este artículo, sino la Guerra de Angola. No se hablaba mucho del tema, pero en el medio de comunicación más potente que existe en Cuba que tenía y tiene la mayor credibilidad ante el secretismo estatal para todo y la inexistencia de libertad de prensa y de expresión, “la bola” repetía incesantemente grandes movimientos de equipos militares, movilización de reservistas por largos períodos de tiempo y tropas enviadas a otros países.
Como en Cuba desde el año 1959 estos hechos se convirtieron en repetitivos, con movilizaciones, maniobras, control de los ciudadanos a través del Servicio Militar Obligatorio y creación de una reserva a cuyo servicio activo podía ser citado cualquiera en cualquier momento, el tema no tuvo más repercusión y se tomó como una más dentro de tantas, todos sabíamos que el espíritu guerrerista había que mantenerlo en su máximo nivel para así evitar que el imperialismo no nos tomara por sorpresa. Pero en el fondo todo el mundo pensaba igual que el famoso cuento de a principios de la revolución, que hablaba de los milicianos atrincherados en el malecón de La Habana y un negrito pasaba pregonando “café, a tres quilos el café”, cuando de pronto suena el cañonazo de las nueve, vieja tradición en la capital, donde se tira una salva a esa hora desde la fortaleza de La Cabaña, rememorando la hora del cierre de las murallas de la vieja Habana en la época colonial, como salvaguarda ante el ataque de corsarios y piratas. No había terminado de sonar el cañonazo y ya el negrito había cambiado su pregón, ahora decía: “Coffee, three cents.”
¡COFFEE, THREE CENTS!
Así han asumido la mayoría de los cubanos que han sido movilizados a las fuerzas armadas, de forma permanente a pasar el servicio militar y ser explotados durante 3 años pagándole el ridículo salario de siete pesos al mes, o de forma eventual para cualquier servicio de demostración de fuerza y poderío, que ahora nos damos cuenta que solo representaba una forma de emplear los vetustos artefactos militares soviéticos de la Segunda Guerra Mundial o que ya no empleaban por obsoletos.
Bueno pues un viernes regresaba a mi casa ya pasadas las ocho de la noche y mi esposa Fina me dice que vinieron a buscarme del Comité Militar y que debía presentarme en una Unidad Militar situada en la carretera de Wajay a El Chico. Por supuesto que sin apuro me presenté el día siguiente por la mañana, porque ni citación oficial habían dejado. Allí encontré al Teniente jefe de personal de la Unidad, la cual no conocía ni nunca había sido citado por ellos.
Me entregó ropa militar, botas, casco y otros medios, me dio una mochila para que guardara mis ropas civiles y me situó en una tienda de campaña. Allí habrían cientos de personas y la unidad era de medios de transporte. Había decenas de camiones, rastras, remolques y equipos pesados.
Almorzamos, comimos y no pasaba nada, nos acostamos sobre las diez de la noche y sobre la una o dos de la madrugada dieron indicaciones de levantarse, vestirse y estar listos. Ahi fueron llamando a personas y a cada una le asignaron un medio de transporte. Se subían al camión, rastra o lo que fuera y partían en caravana de cinco a diez equipos.
MOVIMIENTO DE EQUIPOS COMO ESTE FUERON EN LOS QUE ME QUERIAN INVOLUCRAR.
Más tarde me llaman y me asignan una rastra con un trailer gigantesco, me entregan la documentación y las llaves y yo le digo al oficial: ¿Para qué me dan esto?, ante lo cual me responde que yo era chofer de equipos pesados y ese era mi misión, cargar un tanque en el trailer y situar el transporte dentro de un buque. Ahi explico que no soy chofer y que jamás había manejado un camión, ante lo que me piden las llaves y la documentación y me dejan en una pequeña oficina donde también había otra persona joven, con la que converso y me dice que el es cocinero del restaurante Castillo de Jagua, en G y 23 y que no sabe manejar.
Para no hacer cansona la historia, al amanecer quedaban en la unidad cuatro reclutas que pasaban el servicio militar en la garita de entrada, el Teniente Jefe de personal y los dos infelices que por la equivocación de alguien nos asignaron una tarea militar que no podíamos cumplir de ninguna manera.
Dentro de esas veinticuatro horas casi que estuve en la unidad, nadie dijo nada de la misión, si había disposición de cumplirla o se negaban a ello, solo al despedirnos el Teniente nos explicó que los movilizados ya se encontraban en un buque con tropas destinado a apoyar al gobierno de Angola.
Por supuesto que en esos momentos negarse a cumplir una llamada “misión militar internacionalista” era peor que ser hereje en tiempo de la Santa Inquisición. Milagrosamente no tuve que verme en esa situación, pero si conocí personas que se negaron a ello y fueron estigmatizadas, relevadas de sus funciones de jefe, expulsados del Partido Comunista y demonizados de por vida.
Pero vamos a hacer un esbozo de lo que fue la intervención cubana en Angola.
Al final la intervención militar cubana no fue más que una manifestación del poderío militar soviético en los países del tercer mundo, ayudando a la implantación o sostenimiento de gobiernos afines al marxismo-leninismo, justificadas por el gobierno cubano por la práctica del llamado “internacionalismo proletario” en solidaridad con pueblos que deseaban tener un gobierno socialista, todo ello ejecutado a través de un socio que no podía negarle nada, porque dependía completamente del poder soviético.
MUESTRAS DEL PODERIO MILITAR SOVIETICO EN LA HABANA.
En los primeros años de la revolución, durante la década de los años 60, Fidel Castro y el Che Guevara organizaron una política de intervencionismo militar en favor del marxismo en diversas partes del planeta, con el objetivo era la exportación de la Revolución cubana, lo cual finalmente resultó en un rotundo fracaso y que inclusive la costó la vida al aventurero. Pero mucho antes existieron invasiones fallidas tales como la de Panamá en 1959 con una fuerza de 97 hombres, entre ellos tres panameños, con el fin de iniciar un movimiento revolucionario en el país, siendo detenidos después de una escaramuza con la Guardia Nacional; tambiém en 1959 la ridícula expedición fallida a la República Dominicana para derrocar al gobierno de Trujillo en alianza con el exilio dominicano y en 1963 y 1967 las expediciones fallidas de militares cubanos para tomar el poder en Venezuela instalando un gobierno afín y asegurar el suministro de petróleo a la isla.
A pesar de estos fracasos, se organizaron e impulsaron experiencias guerrilleras en América Latina, sobre todo en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Perú, Colombia, Venezuela y Argentina. Todas ellas fracasaron y en algunos casos hasta sentaron las bases de futuros movimientos guerrilleros, como el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua y los Tupamaros en Uruguay, que causaron aún mas muertos y destrucción.
En particular fue bien desastroso el accionar del grupo guerrillero enviado a la Argentina, dirigido por el periodista Jorge Ricardo Masetti y que a pesar de que Perón, exiliado en España, se habría comprometido a apoyar las iniciativas guerrilleras contra las dictaduras latinoamericanas, pero en Argentina Masetti no tuvo prácticamente apoyo de nadie.
LA GUERRA DE LOS SEIS DIAS Y LA ESTAMPIDA NO CONOCIDA DE TROPAS CUBANAS ANTE LOS TANQUES ISRAELIES.
A partir de los descalabros en América Latina, se decide como una posibilidad adecuada el intervenir en el continente Africano. Resumiendo las experiencias similares que se acometieron en el continente negro, tenemos en 1963 la Guerra de las Arenas en Argelia; en 1964-1965 la Crisis del Congo, donde en Congo Brazzaville, tropas regulares cubanas infiltradas desde Tanzania no tuvieron ningún éxito; en 1973-1974 la Guerra de Yom Kipur, la República Árabe Siria solicita ayuda militar a Cuba y esta envía una brigada de tanques que participa en combates.
Conozco a una persona que estaba con un pequeño destacamento militar en Siria y durante la guerra de los seis días en 1967 tuvieron que correr ante el imparable avance de los tanques israelies y creo que en velocidad el único que les ha ganado fue el Coronel Tortoló, cuando en Granada tuvo que poner pies en polvorosa ante las tropas norteamericanas.
La República Democrática del Congo, ubicada en el centro del Africa y con fronteras con nueve países, le parecía al Che como un lugar desde el que se podría irradiar la revolución a todo el continente. Después como es conocido probó en Bolivia y ahí se acabó o comenzó el falso mito con su persona y su accionar.
Angola.
El Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), dirigido por Agostinho Neto, proclamó la independencia del país y ocupó la ciudad de Luanda con la ayuda de las tropas cubanas, comenzando así la participación en un conflicto que no era ni remotamente suyo.
A principios de los años 90 terminó la contienda, en momentos en que también llegaba a su término la mayoría de los conflictos regionales que florecieron en la época de la guerra fría y que eran amparados, estimulados y subvencionados por el Kremlim. La intervención de Cuba en la guerra de Angola coincidió con el más bajo nivel en las relaciones de la isla con China, pues los maoístas apoyaban a la UNITA y al FNLA.
La Operación Carlota fue el nombre dado a la intervención militar de Cuba en Angola. Comenzó en noviembre de 1975 con el transporte desde La Habana hasta Luanda del primer contingente de soldados cubanos, y terminó en 1991 con la salida del último.
Esta Operación implicó la participación cubana en la Guerra civil de Angola, el combatir contra tropas de Zaire (actual República Democrática del Congo) y contra tropas del ejército de Sudáfrica, entonces dominada por el gobierno racista del apartheid. El contingente militar cubano llegó a tener 52.000 hombres y unos 1.000 carros de combate. Cerca de 450.000 medicos, maestros, ingenieros y soldados fueron enviados a Angola durante los 16 años que duró la operación.
OPERACION TRIBUTO, SHOW PROPAGANDISTICO EN TODO EL PAIS CON LAS VICTIMAS DE LA GUERRA DE INTERVENCION EN ANGOLA.
Un aproximado de 2655 cubanos perecieron en el conflicto cuyos restos fueron repatriados y enterrados en sus lugares de origen en Cuba, según las cifras oficiales del gobierno cubano y muestran la gesta de Angola como la vertiente positiva y heroica de la presencia de sus tropas en tierras africanas, adonde los cubanos marcharon para cumplir un deber histórico con nuestros ancestros africanos, erradicar el apartheid en Sudáfrica y garantizar la independencia de Namibia.
Según según analistas de renombre, aunque es cierto que la guerra de Angola significó la derrota de las tropas de Zaire y del ejército sudafricano y políticamente aseguró la independencia de Angola, así como la de Namibia y tuvo influencia en el derrumbamiento del Apartheid en Sudáfrica, para Cuba no representó otra cosa que obedecer a sus amos soviéticos y sacrificar a miles de sus hijos, seevalúa que la realidad es que le costó la vida a 10 mil cubanos y no al monto que se ha divulgado por el gobierno cubano.
Pero hay otra intervención de la que no se habla mucho y es la actuación cubana en el denominado Cuerno de África. Hacia la segunda mitad de los años setenta se enfrentaban Somalia y Etiopía. Los cubanos se alinearan junto a Etiopía, a donde enviaron miles de soldados a combatir contra los somalíes, lo que estuvo determinado por el ascenso al poder en ese país de Mengistu Haile Mariam, un militar que tomó el poder sobre los cadáveres de sus adversarios políticos y para sostener su gobierno juró su adhesión al marxismo-leninismo, razón por
la cual los soviéticos encomendaron a sus aliados cubanos apuntalar su régimen. Esa intervención fue aún más negativa para Cuba, apoyaron a un dictador que asesinó a cientos de miles de personas, provocó casi un millón de personas desplazadas y al final Mengistu Haile Mariam fue derrocado en 1991, luego de que su gestión interna estuvo marcada por políticas nefastas, una colectivización de inspiración soviética y la fase más cruenta de la Guerra de la Independencia Eritrea, por lo que es repudiado en su país e internacionalmente y vive, siendo considerado un dictador por el gobierno de su país y la mayoría de las naciones en exilio, en Zimbabue, acogido por su amigo Robert
Mugabe, quien lleva 35 años en el poder y es por supuesto amigo del gobierno cubano. Por eso Cuba habla mucho de Angola y calla acerca de Etiopía.
Pero es que Cuba tampoco debía hablar de Angola ni de verlo como un éxito. Desde 1979, con la muerte de Neto, José Eduardo dos Santos es el Presidente de Angola. A pesar de la destrucción en que quedó sumido el país, Dos Santos comenzó un período de transición conducido por el presidente Dos Santos, que en teoría incluye un paso progresivo hacia una democracia abierta, con pluralismo político y el abandono del sistema comunista para ingresar en una verdadera economía de mercado, así como acomete un ambicioso plan de reconstrucciónnacional, en donde Angola se ha convertido en el segundo mayor productor de petróleo y ha hecho que Luanda, la ciudad de más crecimiento en Africa, parezca más un ciudad de un país occidental que del continente negro. Hoy en día empresas de todo el mundo invierten en Angola, en la minería, el petróleo, en negocios donde el gobierno angoleño se reserva la mayor participación. Tanta sangre cubana para que del comunismo no quedara ni el recuerdo.
ESTO ES LO QUE LE DEJO AL CUBANO LA GUERRA DE ANGOLA, NO FUERON LAURELES NI GLORIA, SINO SUFRIMIENTO.
Espero que algún día personas con acceso a los documentos oficiales y basados además en testimonios reales, puedan describir todas las fallidas aventuras de las guerras del Napoleón del Caribe. A todos sus males hay que sumarle que su ego personal esta soportado por los miles de muertos que perdieron su vida en vano.
NO FUE LA INTERVENCION CUBANA LA QUE CONSIGUIO EL DESARROLLO ACTUAL DE ANGOLA.
3 Comentarios
Angelito
February 15, 2020 at 12:49 amLa cantidad de mentiras que se le puede ocurrir a una mente como la tuya solo peden causar risas.
Angelito
carlosbu@
March 5, 2020 at 4:00 pmNo se cuales mentiras son, todo lo que escribo es real y me ocurrió a mi, probablemente usted no ha pasado por nada de eso por lo que lo considera irreal, suerte que tuvo
carlosbu@
March 5, 2020 at 4:11 pmProbablemente va a tener que cambiarse el nombre y en lugar de Angelito, que está mal puesto, habrá que decirle Satanito o Diablito