Tiene el leopardo un abrigo
En su monte seco y pardo:
Yo tengo más que el leopardo
Porque tengo un buen amigo.
Duerme, como en un juguete,
La mushma en su cojinete
De arte del Japón yo digo:
“No hay cojín como un amigo”.
Tiene el conde su abolengo;
Tiene la aurora el mendigo;
Tiene ala el ave: ¡yo tengo
Allá en México un amigo!
Tiene el señor presidente
Un jardín con una fuente,
Y un tesoro en oro y trigo:
Tengo más, tengo un amigo.
Versos Sencillos, José Martí. XLIV
MEXICO LINDO Y QUERIDO II.
Atrás dejé la compañía de los pocos pero buenos familiares y amigos, pero se quedaron para siempre y en el olvido y por suerte, la doble moral, la vigilancia incesante, los delatores, los funcionarios ineptos, la inercia estatal que rige toda la vida de los ciudadanos, la sumisión y la traición considerada como una virtud, los interminables y falsos discursos oficiales, las estadísticas engañosas, el falso nacionalismo, el falso internacionalismo, los falsos valores, el conformismo y la mediocridad como paradigma. También, y sobre todas las cosas, dejé atrás y para siempre la violación del derecho de pensar y expresar libremente mis ideas, primera ley represora del régimen que impera en Cuba.
A pesar de que ya no existen, por razones económicas y no por constituir derechos humanos universales, y se quedan en el olvido, no se puede dejar de tener en la memoria la humillación de no poder pisar lugares que son exclusivamente para extranjeros en mi propio país, el no poder darle el uso que uno desee a las propiedades que uno tiene, y el derecho a salir y a entrar de su país cuantas veces quiera.
Y como parte de las limitaciones mediáticas que coartan el pensamiento, está el tema de Internet. Pero la Internet es como un dique que se ha roto: taponean en un lugar y aparece una nueva fuga en otra parte, hasta que estalla. Desgraciadamente, y de ello me doy cuenta después, aunque ya lo sospechaba, las mentiras del gobierno cubano ham proliferado mejor por el mundo que la realidad de sus crímenes, por lo que me siento comprometido en ser parte de los que cuentan la verdad. Cuba no siempre estará bajo la bota de los delincuentes que la gobiernan hace medio siglo, un día la ley y el derecho volverán a reinar en nuestro país y eso inexorablemente ocurrirá.
Mientras tanto yo llegaba a México, después de una noche bien accidentada. Arribamos al aeropuerto de La Habanaa las 2 de la mañana, y Oto y Silvia nos acompañaron, yo bien nervioso por el cargamento, pues me llevaba mis cosas y muchas de Finita también, así como los dos huacales con las perras. Y de todo lo que más me preocupaba eran las perras. Mupy no tanto, aunque su edad también me preocupaba, lo que más me inquietaba era Lía, que era una perra grande por gusto, pues tiene una superdependencia de uno y lloraba incesantemente. Además había oído el caso de perros que los pusieron en un compartimiento no presurizado del avión y habían llegado muertos a su destino. Así que le di una buena propina a la persona que se encargaba de subirlos al avión y más tarde vino a verme para decirme que todo iba sin problemas. Pero así y todo iba nervioso, a Mupy se le puede dejar en una caja y una semana más tarde vas a verla y está como la dejaste, pero Lía es un manojo de nervios, así que cuando el avión despegó, hizo maniobras, abrió el tren de aterrizaje y aterrizó yo estaba seguro que había problemas.
Cuando salí del avión con mi equipaje de mano, que era una maleta pequeña pero que pesaba más que un matrimonio mal llevado, más una mochila con todas las cosas delicadas que pudieran romperse, a duras penas llegué, después de una gigantesca caminata, al salón donde se recogen las maletas. Inmediatamente sentí el llanto de Lía y se que se alegró mucho de verme. Estaban bien las dos, a excepción de que ambas entraron al avión con un chalequito y tenían una manta y ahora ambas estaban sin ellas y los huacales orinados y llenos de heces.
Al fin llegaron las maletas, no sabía como arreglármelas con dos carritos, uno con tres maletas, una maleta más pequeña y una mochila y el otro con los dos huacales con las perras, pero siempre hay quien te ayuda, y así llegué a la oficina del veterinario del aeropuerto, donde verificaron sus papeles, me dijeron no me preocupara por lo ocurrido que a muchísimas mascotas les ocurre lo mismo y me facilitaron medios para limpiar los huacales y a su vez la desinfectaron a ellas y a las jaulas con algo que denominaron ecológico.
Nuevamente, y en este caso ayudada por una oficial de aduana, pasé los controles de inmigración y allí estaban esperándome mi hijo Carlos y mi nuera Pilar, y un nuevo amigo, que ha sido el mejor mexicano que he conocido, mi compadre Oswaldo Alvarado. Lía llorando, Mupy tranquila y Tekila, la chihuahua de mi hijo, fastidiando a más no poder, así fue todo el viaje, previo un desayuno en el aeropuerto, donde comí por primera vez la sopa azteca, deliciosa y me dió envidia ver comer a Oswaldo unos huevos divorciados que son dos huevos fritos divididos por dos salsas diferentes.
Previo un atasco por reparación de la carretera, que nos demoró un par de horas más el viaje, llegamos a Irapuato, mi primera acción fue soltar a Lía que llevaba mas de 16 horas sin hacer sus necesidades. Después acomodarme al frío y al entorno, sobre todo por la altura y la sequedad del aire, al que yo creo todavía, después de 68 años viviendo a nivel del mar, no me he acostumbrado.
El México de hoy y sus habitantes.
Dentro de un país convulso, cada vez más convulso y me doy cuenta cuando escribo esto dos años y medio después de haber pisado tierra azteca, la sociedad no es solo un reflejo de lo que existe en toda latinoamérica, un continente plagado de irrespeto a las leyes, corrupción, bandidismo, y otros males heredados del colonialismo español y potenciado por nuestro mestizaje, a lo que se añade todo lo malo que nos dejaron los españoles: el orgullo; la desidia; la excesiva emotividad; muy dado a la actividad y al cambio de actividad, es decir, inconstante; poco previsor; poco capaz de aprender del pasado y hasta de recordarlo.
Esta es una de las causas de los dos siglos de tumbos políticos, de estados experimentales, de revoluciones y de fracasos. Pero no hay que asombrarse si toda
España vive en presente, y lleva dos mil años haciéndolo así.
Como explicaba un notable psicólogo, “el carácter colectivo del español es, ni más ni menos, el Emotivo- Activo- Primario , también llamado Activo Exuberante o Colérico. Un carácter de esos que hay que saber lleva por su proclividad a lo desconcertante y su gran contenido de elementos sumergidos, como la punta de un iceberg, a pesar de su evidente extroversión. Y el mexicano y el cubano no están nada lejos de ello.
No tiene nada que ver que nuestro carácter individual difiera de esto, porque en los asuntos colectivos, en nuestras posturas históricas, en nuestras reacciones comunes, es el emotivo-activo-colérico el que se impone y el político que comprenda esta característica tiene la pelea ganada, aunque sea un bandido.
Por lo tanto, para entender el pensamiento de un mexicano, se requiere, al igual que ocurre en Cuba, vivir en el país muchos años e ir valorando su forma de pensar, indidivual y colectiva, que ya vimos que son diferentes.
Una prueba de ello es que siendo el imperio español el mayor y más rico de su época, dominaba casi toda América y parte de Asia, extrayendo sus numerosas riquezas, España no fomentó ni la industria ni la banca, pedía préstamos a otros países y se importaban manufacturas de cualquier parte. La exportaciones de España eran lana, algunos productos del campo y metales preciosos. Había, pues balance negativo entre el valor de lo importado, y el valor de lo exportado: salía más riqueza que la que entraba. El español que por medio de alguna industria lograba riqueza, liquidaba luego la empresa, para comprar tierras y, de ser posible, algún título. Todo el mundo quería ser hidalgo o terrateniente. Armas o leyes eran las dos salidas para el hidalgo. El noble era terrateniente.
Un Imperio que no fomentaba la industria, que no tenía banca propia suficiente, que alentaba vocaciones económicas agrícolas y de exportación de materias primas, y que además se había enredado en las disputas dinásticas de Austrias, para pasar luego a las de los Borbones, iba directo al precipicio. Y todo ello tenía que ver con la idiosincracia del español.
Pero también está el tema del idioma. Si en Cuba, un país pequeño en extensión y en habitantes, el habanero habla diferente del santiaguero o del camagueyano, qué esperar de un gigante como México. El español de México es la variedad de dialectos del idioma español hablada en el territorio mexicano así como en diversos lugares de Estados Unidos y Canadá donde hay núcleos de población de este origen y sobresale el dialecto del castellano propio de la Península de Yucatán, conocido como español yucateco. México posee el mayor número de hablantes de español en el mundo, llegando a sobrepasar el doble de hablantes que en cualquier país, siendo además el único de América del Norte que lo tiene establecido como idioma oficial. A causa de la procedencia social de la mayor parte de los conquistadores y colonizadores españoles que vinieron a América, y que eran soldados, expresidiarios o aventureros, pueden señalarse el vulgarismo y el carácter rústico como rasgos característicos del español de América. En contraste con ello en la ciudad de México fue donde se formó el lenguaje más culto de todos los territorios de la colonia española en el mundo. Con una gran capacidad de asimilación, muy pronto estuvo al nivel cultural de las más grandes ciudades españolas. La primera universidad y la primera imprenta en América se establecen allí y Por todas estas características, no es el vulgarismo el rasgo peculiar de su español, aunque no falten rasgos de carácter rústico. Por eso me llamó la atención en mi primera visita a México, la exquisitez de la dicción y el uso de las eses en personas que a todas luces carecían de estudios.
Antes de la llegada de los conquistadores españoles, las víctimas sacrificadas y devoradas cada año por el pueblo azteca oscilaban entre 15.000 y 250.000, según los expertos.
Gran parte de la vida y cultura aztecas se hallaban determinadas por sus creencias religiosas, algunas de las cuales adoptaron de sus vecinos o de los pueblos sometidos. En ello, como en su sistema de castas sociales no se diferenciaban mucho de los conquistadores españoles.
La guerra y la religión debieron ser en los aztecas mucho más de lo que hoy se conoce, pero la fiebre por el oro de los españoles, la brutal guerra de conquista y la extirpación de las idolatrías por parte del catolicismo, arrasaron con buena parte del patrimonio cultural de esta civilización. Pero esta era tan rica y tan extensa que existen cientos de sitios con construcciones prehispánicas y otros tantos por descubrir.
Pero hablaba de los cambios en México en el corto tiempo que llevo aquí viviendo y ello no ha surgido de un día, quizás hay que hablar de que hace 200 años, le preguntaron a Napoleón qué pensaba de Chinam a lo que el emperador francés respondió: “Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte temblará el mundo”. Hay quien dice que también México es un gigante dormido, pero los habitantes del país con mayor población mundial tienen esa conciencia de la fuerza de la masa, lejos de la arrogancia y el orgullo individualista que heredaron los mexicanos de sus ancestros.
Se dice que con las reformas del gobierno del PRI el gigante que había estado dormido o aletargado durante largo tiempo: el Estado mexicano, ha despertado. Con mis criterios imparciales, y con la sola influencia del estudio y conocimiento de la historia de México, creo que el gigante, luego de despertar, se ha amodorrado aún más y en varias de sus acepciones: es como una fruta que pierde el color y empieza a fermentar; es inadvertido, ignorante, que no distingue las cosas; y el peor, cae en una somnolencia, sopor profundo que no le permite solucionar los problemas que tiene y avanzar.
Irapuato
Irapuato, la capital de la fresa en México (por primera vez en mi vida puedo comer toda la fresa que quiero, una de mis frutas preferidas y algo exótico y prohibitivo en Cuba), está situada en la región central de México, en el estado de Guanajuato, próxima a la ciudad de León y se fundó en 1547 con el nombre de San Marcos Iricuato a partir de su nombre indígena que es de origen tarasco y significa ‘lugar pantanoso’.
Irapuato es un importante centro comercial e industrial, en el que destacan la fabricación de textiles, el procesado de alimentos, el tratamiento de sustancias químicas y la fabricación de muebles. Es relevante la presencia de grandes productores de la industria automotriz y alimentaria. Se encuentra en una región agrícola y ganadera de gran relevancia: de fama nacional son las fresas producidas en la zona, de la cual es la mayor productora mundial
Su población es de 529 440 habitantes , lo que supone aproximadamente una décima parte parte de la población de todo el estado, siendo así la segunda población más grande e importante de Guanajuato.
Irapuato tiene una gran importancia estratégica debido a su localización en el centro del País y en el centro del Estado de Guanajuato, habiéndose encontrado en su núcleo urbano varios asentamientos humanos antiguos que aprovecharon la fertilidad de sus tierras y la abundancia de agua.
Desde el punto de vista social, Irapuato era una ciudad tranquila y acogedora, sobre todo después de venir uno de una urbe como La Habana, uno sentía que la vida aquí transcurría más suavemente. Pero esto cambió cuando otro gigante dormido despertó, o más bien enseñó sus garras: el narcotráfico con sus poderosos carteles, se sobrepasó en estados limítrofes con Guanajuato, como Michoacán y Jalisco. Ello provocó el éxodo de algunos de sus miembros a Irapuato y en la ciudad comenzó a sentirse la inseguridad.
En un acto sospechoso, pocos días después de regresar de Miami, nuestra casa fue saqueada y hasta la fecha, a pesar de haberse obtenido por los peritos policiales huellas e identificado y capturado a los sospechosos, no hay solución ni responsables del vandálico acto.
Y es que en México no existe la justicia, un sospechoso, aunque tenga antecedentes, es capturado y a los pocos días está nuevamente en la calle. El sistema de justicia en México, en vez de enjuiciar y sancionar a los responsables de violaciones con frecuencia castiga a las víctimas, mientras los responsables casi universalmente gozan de impunidad. Según evaluaciones de organizaciones internacionales, México se ubica entre los últimos lugares en América Latina con relación al acceso a la justicia y casi la mitad de la población considera que jueces y policías están involucrados en actos de corrupción.
Entre 99 países, México ocupa el lugar 79 en el índice del estado de derecho, ya que las personas piensan que el sistema de justicia es corrupto, porque los juicios sólo avanzan si hay sobornos, los procesos son largos y con numerosos obstáculos para llevarlos a cabo y se estima de que no sirven para solucionar los problemas de los ciudadanos. La justicia se percibe lejana, incomprensible, y la falta de acceso a ella tiende a incrementar la desigualdad social.
No voy a evaluar lo que no me corresponde, pero ante un gobierno en el cual la gente no tiene confianza, que se ha demostrado que en él impera la corrupción y el único interés de enriquecerse y servir a los más ricos, uno que ha sufrido durante toda la vida de una dictadura, no puede lejos de estar de acuerdo con una película recién estrenada y que retrata la sociedad mexicana: “La dictadura perfecta”. El caso de Carmen Aristegui nos enseña por qué Enrique Peña Nieto es tan amigo de Fidel Castro. No hay más nada que decir.
Es realmente triste que en un país tan grande y tan rico haya tanta miseria y tanta desigualdad social, que subsista el analfabetismo, que la gente no tenga un mínimo de atención médica y que haya que solucionarlo todo con el dinero a manos llenas. Si algo tiene Cuba y no lo ha hecho por amor al prójimo, sino como un arma de propaganda, es la atención médica y la educación, algo que los gobiernos debían ver como una prioridad de sus ciudadanos.
El que Peña Nieto tenga igual cantidad de cromosomas que un équido (Equus asinus) no le da derecho a robar impunemente y no cumplir con sus deberes presidenciales. El burro o asno es un animal doméstico de la familia de los équidos que tiene 62 cromosomas y el Humano tiene 46.
Hay que recordarle al presidente lo que dijo Talleyrand a Napoleón: “Las bayonetas sirven para todo, menos para sentarse en ellas”.
Cada persona escuchándose a sí misma lo que le pasó, empieza a saber lo que somos, lo que podemos ser, y nos reconocemos en el pasado. Y es que el presente se repite, la historia se repite y nosotros a veces la obligamos a repetirse. Eso es válido para la historia de México y de cualquier otro país porque tenemos mala memoria y no aprendemos del pasado.
Curiosidades de México.
Siempre un país y una zona dentro de ese país, tiene sus peculiaridades. Irapuato no deja de tener las suyas.
Todas o casi todas las culturas humanas se basaron en el cultivo de algún cereal: trigo, maíz, arroz, mijo. Parecería que sin los cereales no existe la civilización.
En Cuba no sabemos si evaluar que predomina la cultura del arroz o la del trigo, aunque también se consume mucho el maíz, pero México es centro de origen del maíz, es la zona donde se inició el cultivo o la domesticación de esa especie determinada. Para los antiguos mexicanos, el maíz era la materia misma con la que el género humano fue creado, lo cual le otorga un valor simbólico que trasciende su importancia como alimento. El maíz ha sido fuente de vida espiritual y material. En el siglo XXI, este cereal es en México historia y es leyenda, es tradición y está vivo.
Así que en México en ninguna parte puede faltar la tortilla de maíz y las numerosas aplicaciones de este cereal: gorditas, sopes, tamales, guajolotas, elotes y otras. Y por supuesto todo lleva chile. Por nosotros conocido como ají o pimiento, en México cuenta con una extensa variedad y todos picantes, excepto el llamado pimiento morrón, que para nosotros es otra cosa. Los chiles pueden ser frescos o secos y en variedades tales como: chilaca, guero, ancho, de árbol, jalapeño, serrano, manzano, mora, morita, pasilla, poblano, piquín, guajillo, y otros muchos más. Pero no dejemos de hablar de uno considerado de los más picosos (picante para un cubano): el chile habanero. Es el Chile clásico de la comida Yucateca. Es originario de la zona del Caribe, no se sabe con exactitud porque su nombre de Habanero, al parecer no se trajo de la Habana, Cuba. Décadas atrás este Chile sólo se consumía en los estados de la península de Yucatán, Tabasco, Chiapas y Veracruz; actualmente es mucho más fácil de conseguir hasta en el centro del país. Lo que sí les puedo asegurar es que en Cuba el único ají picante que conozco es uno pequeñito que se denomina “ají de la puta de su madre” y que se emplea sobre todo para platos de mariscos, pero no directamente, sino embebido en vinagre.
Y por supuesto como acompañante de las tortillas o tacos, no puede faltar, aunque se le añadan todo lo que quieran, los frijolitos, la cebolla y el cilantro.
Ni el cilantro es igual que el de Cuba, aunque allá se emplea básicamente en las provincias orientales, y mucho menos los frijoles. El frijol cubano tiene que tener caldo, y salvo el frijol negro, viandas y carnes. Los frijoles para el taco son frijoles hervidos, hay hasta quien los hierve para ablandarlos con cebolla y ajo y después retira el ajo y la cebolla. Hay quien los vuelve puré y si no los deja secos. Pero también están, pero de no de consumo usual, los frijoles estilo potaje cubano o español, llamados Frijoles Charros o Frijoles Puercos, según el tipo de carne o embutidos que se le añada. Yo personalmente me quedo con los charros o los puercos.
De variedades de comida no voy a hablar, sería interminable, y cada región tiene sus propios platos y especialidades. Sigo esperando mi oportunidad de ir a Veracruz, donde más se parece la comida a la cubana, y quiero hablar de platos que me han gustado mucho: el mole, del cual hay cientos de variedades, dulces o picosos, todos me gustan; el pozole, rojo o verde, bien sabroso y del cual hemos cocinado un híbrido con nuestro criollo guiso de maíz cubano; la arrachera, un corte de carne a la parrilla bien sabroso que no conocíamos; y mi preferido irrevocable: la carne en su jugo estilo jalisco.
Las aguas de frutas son muy buenas sobre todo porque es algo natural y que mejor para la salud y nutritivo. Este tipo de bebidas son muy típicas en México sobre todo en los mercados donde se venden aguas frescas de frutas. No hay que despreciar los cocteles de mariscos y pescado, que aunque diferentes a los nuestros, son bien sabrosos y alimenticios.
Cosas que no me gustan de la alimentación en México.
No soy enemigo del picante, es más me gusta con ciertas comidas, pero el hecho es que es excesivo el uso que se hace en la confección de alimentos, lo cual además, a pesar de lo que digan sus adictos y contrario al criterio de los médicos (recuerdo uno que me dijo que es un milagro que cada mexicano no tenga un hueco en el estómago) es dañino para el aparato digestivo y la salud en general. Pero algo para mí peor es que se le echa tanto chile a la comida que los sabores se pierden, predomina el picante.
El consumo de refrescos gaseados es alarmante, por ello el país está luchando para lograr la deshonrosa distinción del país del mundo con más obesos.
Estados Unidos ha cedido el primer puesto como el país con mayor índice de obesidad a nivel internacional, el título ya pertenece a México, según la prestigiosa revista Forbes.
Aproximadamente, el 70% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre de obesidad. Con las enfermedades cardiovasculares y la diabetes en aumento, los mexicanos no logran modificar sus hábitos alimenticios, además las diferencias entre clases sociales subrayan el problema: la crisis económica afecta de manera desproporcionada a las personas de escasos recursos.
También es muy bajo el consumo de leche, sobre todo entre los niños, y no hablo de los que viven en condiciones de miseria, sino los que tienen posibilidades y en lugar de alimentar a los niños con leche y hasta a los mayores, prefieren consumir Coca Cola, a extremos de que nunca toman agua.
A su vez no hay cultura de desayunar. Muchas veces se habla de desayunar a tomar algo entre las 11 y las 12 del día, cuando el dicho popular que todos conocemos ha sido confirmado por un estudio que además, muestra sus grandes beneficios a la hora de perder peso y mantener el descenso logrado por un largo tiempo, por lo tanto: Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.
No es fácil hablar de los tamales en el país del mundo con más cultura de consumir maíz. Pero voy a bailar en casa del trompo. El nombre “Tamal” es de origen mexicano. Tamali es una palabra náhuatl.
El tamal ampliamente conocido utiliza ya sea masa de maíz quebrado o la que se usa para hacer tortillas. Los rellenos de este tamal típico podrían ser cualquiera de los siguientes: carne de res, cerdo, pollo, camarones, verduras, o incluso calabaza; y sólo por mencionar algunos, porque rellenos hay para todos los gustos. No es igual el tamal a partir de harina de maíz seca y además con muy poca masa que el que menciono ahora.
Una variación del tamal utiliza maíz tierno molido para la masa, que es exclusivamente el que se emplea en Cuba y que se confecciona tradicionalmente a partir de rayar la mazorca, al igual que se hace en Puerto Rico, Perú y otros países. Este tipo de tamal se considera en muchas partes de México como un postre. La mayoría de las veces estos tamales se preparan sin relleno alguno, para dar esa textura cremosa que se funde en la boca y que no se puede describir con palabras. Creo que es un problema de costumbre, porque indudablemente el tamal con maíz tierno es incomparable con el hecho a partir de masa seca.
El espagueti, ese plato italiano tan popular en todo el mundo tiene una acepción en México que no comparto. El espagueti, aparte de con qué se acompañe, es ciento por ciento pasta de trigo, por lo tanto no resulta conveniente acompañarlo de pan, y lo más frecuente es que se coma con un bolillo. Tampoco se considera imprescindible que tenga queso. En Cuba un espagueti sin queso es como un cielo sin estrellas.
Pero estas son mis consideraciones a partir de toda una vida comiendo de otra forma, por lo que respeto profundamente los gustos y costumbres de cada pueblo y las que me gusto las hago mías.
Pero al final y a pesar de todas las dificultades que pudiera uno ver, muchos mexicanos me hablan de Cuba como el paraíso que no es. Cuba es un paraíso para los turistas, y para eso los que no sean muy exigentes, pero nada más. Aparte de sus dos grandes logros, la educación y la salud pública, Cuba tiene cuatro grandes cosas que la hacen pequeña: el desayuno, el almuerzo, la comida, y sobre todo la falta de libertad. Pero eso hay que vivirlo para sentirlo. Como varias personas de las que he hablado sobre Cuba y las deficiencias de México y me han sacado estos temas y que aqui hay gente que vive en la miseria, y que en Cuba todos son dueños de su vivienda, tienen educación garantizada gratuita al igual que la salud pública. Eso es una especie de utopía para el que vive en un país con tanta desigualdad de distribución de la riqueza como este, pero al final es la misma valoración que hacen los latinoamericanos que llegan ilegales a los Estados Unidos y pregonan que los cubanos son unos privilegiados en el aspecto migratorio y que no se lo merecen. A todos ellos los convido a irse a vivir a Cuba para que sepan lo que es pan duro.
Esta no es una tribuna para decir las insuficiencias de Cuba y de México, sino para expresar lo que he vivido y lo que observo, y a pesar de todos los pesares, me quedo en México lindo y querido antes de volver a las tinieblas.
No hay Comentarios