El Salto no es solo un sitio para saltar.
Las diez cascadas más impresionantes del mundo que abarcan las más conocidas del planeta, las del Niágara, Iguazú y Victoria. Se destacan también las cataratas Kaieteur en Guyana; Dettifoss, la cascada más poderosa de Europa en Islandia conocida como la tierra del hielo pero por su abundancia podría ser también la tierra de las cascadas; la impresionante Maletsunyane en Lesotho; El fiordo de Milford Sound en la Isla Sur de Nueva Zelanda, con varias extraordinarias cascadas; el salto del Ángel en Venezuela, la catarata más alta del mundo, con cerca de un kilómetro de caída libre; en el Parque Nacional Yosemite, en la Sierra Nevada californiana se encuentra varias, entre ellas la Yosemite Fall con 800 metros de altura. Pero si vamos a cualquier país hay cientos de caídas de agua que se producen a una determinada altura como consecuencia de un notorio desnivel en el cauce y no llegan a tener dimensiones notorias para ser clasificadas como cataratas.
El caudal de una cascada varía según la época del año, mientras que la altura, las formas, la anchura del lecho y los tipos de paredes por los cuales cae el agua pueden depender de múltiples factores geológicos, pero sin duda, siempre son un accidente geográfico atractivo.
Yo en Cuba, que por su geografía larga y estrecha no tiene volúmenes de agua muy grandes, salvo en la parte oriental del país, que es la más accidentada y más ancha, pude observar algunos saltos de agua como son: El Salto de Soroa, cercano a la capital en un sitio bellísimo que es además un santuario de orquídeas; el Salto de Caburní en Topes de Collantes y el Salto de Vega Grande, en la Sierra del Escambray al centro de la Isla, no muy lejano de El Nicho y del Salto del Hanabanilla, que cuando la ví me pareció maravillosa. El río Hanabanilla, afluente del Arimao, corre entre la Sierra de La Siguanea, del grupo orográfico Sierra de Trinidad, en la porción central de Cuba y sobre su curso, en la vertiente sur, fue cerrada la presa Hanabanilla-Jibacoa y construída una central hidroeléctrica, lo cual hizo desaparecer las cascadas. Pero al menos yo tuve la oportunidad de contemplarla y bañarme en sus frías y claras aguas.
Lo que fue el bellísimo Salto del Hanabanilla en Cuba.
Ahora, si vamos a hablar de saltos y cascadas, México, por su extensión, su orografía y sus recursos hidráulicos, cuenta con un sinnúmero de ellas. Están la Cascada El Chiflón en Chiapas, cuya corriente forma una capa blanca y pura llamada Velo de Novia; la Cascada Cola de Caballo en Nuevo León; la Cascada Basaseachi en Chihuahua, la más alta de todo México; la Cascada de Agua Azul en Chiapas, es un lugar que combina el agua azul turquesa que se forma por las sales carbonatadas que lleva, con lo verde de su selva de montaña; San Luis Potosí tiene abundantes caídas de agua y de las más espectaculares de México y entre ellas destaca Tamúl; el bello Salto de Eyipantla o de los tres chorros en Veracruz; también en San Luis Potosí se encuentra esta cascada de dos cuerpos con 50 metros de altura y llamada Minas Viejas; las Cascadas petrificadas de Hierve el Agua, Oaxaca compuesta por carbonato de calcio que se formó hace miles de años y muchas otras. Aunque tiene un salto, su combinación de diferentes atractivos hace que sea un gran admirador de las Grutas de Tolantongo, donde el agua caliente que corre, se encuentra en 46 bellas pozas o jacuzzis, donde la gente puede disfrutar de un masaje natural por la caída del agua, aparte de La Gruta y su imponente cascada.
Pero el que nos ocupa ahora es un salto pequeño y no por ello menos atractivo:
Guanajuato es uno de los 31 estados de los Estados Unidos Mexicanos, situado en el centro norte del país, Con seis millones de habitantes es el quinto estado más poblado y su superficie es de 31 mil kilómetros cuadrados, aproximadamente la tercera parte de la extensión de Cuba o similar a la de Bélgica o Galicia.
La ubicación geográfica del Estado le da gran accesibilidad tanto al Golfo de México como al Océano Pacífico, asimismo, Guanajuato se ubica al centro de las tres ciudades más importantes del país (Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México), y la distancia media a las fronteras norte y sur es simila
Su topografía es abrupta y de origen volcánico en su mayoría y una extensa meseta central, llamada El Bajío, con alturas medias sobre cerca de los dos mil metros de altura, donde vivo. La región del Bajío, recibe este nombre porque sus valles, llanuras y lomeríos están más bajos con relación a las regiones que las limitan, a pesar que sus alturas promedio van desde los 1700 hasta los 2000 metros sobre el nivel del mar.
Cuenta con elevados cerros, montañas, valles y barrancas profundas y aunque posee muchos manantiales y aguas termales predomina el clima seco y semiseco.
Existen muchos sitios que se constituyen en atractivos turísticos, tales como:
El Cerro del Cubilete
Ubicado en Silao, el principal atractivo de este cerro de altura de 2700 metros de altura, es un enorme Cristo Redentor visitado y venerado por miles de peregrinos.
Sierra de Santa Rosa.
Cercana a la ciudad capital, Guanajuato, situada a más de tres mil metros de altura, es la zona más boscosa del estado y quizás también la más fría. Ya de ella hablé en un artículo sobre el Rancho de Enmedio y su interesante historia relacionada con el gran compositor José Alfredo Jiménez.
El Valle de Santiago.
Es un paisaje insólito formado por siete volcanes, llamadas las Siete Luminarias, en una superficie de algo más de 80 kilómetros cuadrados, con una altura promedio de 2100 metros, que consisten en un conjunto de cráteres volcánicos inactivos, con bordes bajos, abruptos y centro plano de hasta 1 km, en la mayoría de los casos; los cuales son conocidos como Hoyas de Santa Rosa, de Parangueo, San Nicolás, La Alberca, Cíntora, Estrada, Blanca, Álvarez y Solís.
La Hoya de Cíntora (Andaracua), de agua salada a la que se le atribuyen propiedades curativas para enfermedades de la piel. Situado en el corazón de esta topografía fascinante. Posee infinidad de cuevas y en el interior de muchas de ellas hay pinturas rupestres enigmáticas y misteriosas. Hay huertos de árboles frutales como el naranjo, y abundante vegetación de ajenjo y estafiate. Se han encontrado vestigios arqueológicos. Actualmente se le usa como zona de cultivo. Tiene n túnel de 300 metros de largo que conduce a un lago salado en su interior, estando situado a cientos de kilómetros del mar.
Este lugar merece una visita detallada y sus curiosidades, ya que esta zona es famosa por sus teorías y leyendas acerca de vegetales gigantes, avistamientos OVNIS, historias y fenómenos sorprendentes.
El “misterioso” Cerro de Culiacán.
Sitios arqueológicos.
Como en muchos lugares del país, aquí se encuentran zonas arqueológicas como Plazuelas, Peralta, Cañada de la Virgen y otros que nos muestran el pasado precolombino. No está debidamente explorado el conocido Cerro de Culiacán, de 2834 metros de altura y donde se dice que están las siete cuevas de la cosmogonía azteca. El Cerro del Culiacán que en lengua tolteca-chichimeca quiere decir “Chicomostoc”, lugar de donde partieron las Siete tribus Nahuatlacas o Mexicas en busca del sitio prometido para establecerse de acuerdo a los designios de sus dioses e iniciar una era de prosperidad para sus pueblos es una base de seres extraterrestres que ahí habitan en espera de una intervención estelar para la humanidad. Algo flota en este hermoso lugar en donde lo fantástico puede convertirse en realidad pues existe una cueva encantada que solo se abre en ciertas fechas y que a sido escenario de desapariciones de animales que pastan en las inmediaciones del sitio por largo tiempo y que al volver se ven muy repuestas pero traen consigo rastros de un barro en sus extremidades que no existe en todos los terrenos cercanos. El ganado desaparece por largo tiempo al internarse en las cuevas. Pero esto seguramente es parte del imaginario popular que convierte en místico lo que no puede explicarse.
“Los chichimecas rubricaron la historia de México y, con su desarrollo, aparecieron culturas esenciales que marcaron al país. Su esplendor y grandeza hablan de su avance e intervención eficiente en la historia mexicana. El dibujo plasma la Cañada de la Virgen al sur de Guanajuato, el lugar de acercamiento de Tolteca y Chichimeca”
Las huellas y la existencia de estos grupos familiares antiguos, nobles originarios del espacio en el que habría de alzarse la actual San Miguel de Allende, la ciudad más pudiente, exquisita y fértil de la llamada Nueva España.
Cuando escuché hablar de Peralta, como buen cubano, me vino a la memoria el infame brandy barato de igual nombre que se producía en Cuba antes de la revolución y que se hacía llamar cognac Peralta, comi si se elaborara a partir del vino de uva blanca de las cepas cultivadas en los alrededores de la ciudad de Cognac en Francia y que se tomaba mucho por su bajo costo, aunque muchos dicen que no eran tan malo, pero en un momento donde por un buen precio se podía tomar brandys de calidad, como los de Pedro Domecq, Carlos I, Carlos III, Tres Cepas,Fundador, Osborne, Terry Malla Dorada o Felipe II de Agustín Blázquez, entre una lista interminable, aquella bebida era casi despreciable. Pero el Peralta que nos ocupa es un yacimiento arqueológico cercano a Abasolo, Guanajuato, cuyas ruinas fueron construidas por una civilización actualmente desconocida, aunque se discute que fuera un asentamiento chichimeca.
Descubierta en 1973, no fue hasta 2009 que se abrió al público, y lo que destaca es que posee una extensión territorial semejante a la de Teotihuacán, unas 150 hectáreas, pero solamente se ha restaurado un diez por ciento del sitio, siendo ocupadas las ruinas por tierra cultivadas, por lo que no se conoce que hay ahí realmente.
Un campesino de la zona, que había trabajado por años en las excavaciones, nos dio un recorrido, y a pesar de su analfabetismo evidente, su claridad en repetir lo que habían expresado los arqueólogos o historiadores nos brindó una imagen bastante acertada del sitio, lo único que me molestó fue que a cada paso manifestaba que habían serpientes de cascabel y a su vez hizo la historia de cómo las cazaba, las descueraba y se las comía, y esto lo hizo durante años. Yo creo que no quedó ni una sola viva, y durante todo el trayecto nos acompañó un perro de ojos completamente blanco, que según explican, es un gran cazador de conejos, los que abundan en la zona.
La Huasteca
El término Región Huasteca es el nombre de una región en México que comprende el norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas, y partes de los estados de San Luis Potosí e Hidalgo. En mucho menor medida comprende algunas zonas del estado de Puebla y de Guanajuato. Esta región se conformó debido a la afluencia maya por vía marítima hacia su territorio. Tradicionalmente se acepta como huasteca el área en que se desarrolló la cultura de los huastecos, que son un pueblo indígena descendiente de los mayas.
El término huasteca al parecer se deriva de la palabra náhuatl huaxteco o cuexteco, que fue tomado de uno de sus guías y los idiomas más comúnmente hablados por los huastecos son el tenek o idioma Huasteco, náhuatl y el español. La primera de ellas es clasificada como una lengua maya. El huapango o son huasteco es un género musical mexicano producto del mestizaje siendo un ritmo donde en cada 3/4 de compás se marca el falsete, lo que nos indica que su raíz es el flamenco, con ese particular cante jondo, puesto que su herencia en el marcado del ritmo es abundante.
Huasteca guanajuatense
En el noreste del estado, teniendo como centro a la ciudad de San Luis de la Paz se encuentra la región más abrupta del estado, en la cual hay notables contrastes climáticos y de vegetación, pendientes muy pronunciadas, fuertes desniveles y altas cumbres.
Muy cerca está el pueblo minero semi-abandonado de Mineral de Pozos, a 8 km al sur de San Luis de la Paz, así como varias áreas boscosas propicias para acampar en los municipios de San Luis de la Paz, Tierra Blanca y Xichú.
Cascada de El Salto.
Dentro de ella está el cañón y la cascada del Salto, muy cercana a Arroyo Seco, que fue el objetivo de nuestro viaje y que es una reserva ecológica de cactáceas que tienen hasta 300 años de vida, y biznagas que alcanzan más de dos metros y medio de altura, abundando también pinturas rupestres, y según nos cuentan los lugareños, mi mayor fobia: abundantes serpientes o víboras.
No obstante ser un estado con grandes producciones agrícolas, en particular brócoli, cebada en grano, coliflor y lechuga, que son los productos agrícolas en los que Guanajuato es líder a nivel nacional, y también el segundo productor nacional en espárragos y sorgo y tercer productor de cebolla, trigo en grano, alfalfa verde, fresa y garbanzo.
Me llama extraordinariamente la atención que el garbanzo no es habitual en la dieta del guanajuatense, solamente la vaina verde hervida con chile que los vendedores ambulantes anuncian como garbanza. La herencia española no dejó en estas tierras, como en casi todo el Caribe y muchas otras tierras de América, el gusto por los potajes, que son casi desconocidos en México, exceptuando los frijoles charros o los frijoles puercos, que es lo más parecido a un potaje tipo español o cubano, pero que no llega a su excelencia y sabor.
El que haya tan excelente producción agrícola me impresiona porque en realidad, la tierra me parece arenosa, pero he investigado que el suelo predominante es del tipo chernozem, en ruso: чернозём, traducido como “tierra negra” que es un tipo de suelo negro rico en humus además de serlo en potasio, fósforo y microelementos. Este es uno de los más fértiles para la agricultura, puesto que no requiere fertilizantes y donde el secreto de su fertilidad natural está dado por las lluvias de verano, las cuales provocan una intensa actividad microbiana sobre la vegetación seca o muerta durante el invierno, dando lugar al nacimiento de una nueva y espesa capa humífera.
Acostumbrado a lo que en Cuba llamamos “tierra colorada”, científicamente suelos Ferralíticos, que predominan en los lugares más productivos agrícolamente gracias a su gran contenido de hierro, y que he visto, de forma limitada en Jalisco, me pareció erróneamente que los suelos no eran buenos para la agricultura, pero eso es propio del profano en el tema.
Pero en lo que sí no hay duda, sea en las áreas de producción agropecuaria o en los bosques, los colores, las tonalidades de verdes que se ven en Cuba, no existen, al menos en esta parte central de México, lo que comparado con mis vivencias del campo cubano, me parecen desérticos. Y en invierno es peor, todo me recuerda las películas del oeste y para mí acostumbrado a los distintos tonos de verdes de Cuba, me parece un paisaje triste.
Catamarca con mil distintos tonos de verde.
No viene al caso pero me recuerda una canción que admiro desde niño, que conocí por Lucho Gatica, pero que tiene su excelencia interpretada por Los Chalchaleros: “Paisajes de Catamarca”.
“Paisajes de Catamarca,
con mil distintos tonos de verde.
Un pueblito aquí, otro más allá,
y un camino largo que baja y se pierde.
Un pueblito aquí, y otro más allá,
y un camino largo que baja y se pierde.”
Su autor, Polo Giménez, nombre artístico de Rodolfo Lauro María Giménez, (1904-1969), fue un compositor y pianista, intérprete de música folklórica de Argentina, que aunque nació en buenos Aires, es identificado con las provincias de Córdoba donde se crió y Catamarca, donde vivió de adulto. En mis viajes a Argentina no pude concretar mi visita a Catamarca, pero la familia, sobre todo mi consuegro Oscar, me comentó que la canción era una vivencia del lugar, que era una fotografía de esas tierras. Estaba apenas a 250 kilómetros y no pude ir.
Pero hablando de tierras negras, me vienen a la memoria cosas sucedidas en famosas tierras negras.
Holomodor, Stalin, Kruschev y las Tierras Negras de Ucrania.
Como premonitoriamente anticipó el propio Stalin “Sé que cuando muera, se tirarán sobre mi tumba montones de inmundicia. Pero el viento de la historia se las llevará sin piedad.” Pero no ha sido así, cada día se acumula más inmundicia en la tumba y la memoria del dictador y asesino.
Para algunos, Stalin fue un brillante estadista forjado en la gran revolución bolchevique y constructor de la Unión Soviética, un genial estratega militar que condujo con inteligencia, firmeza y mano dura la gran guerra patria que terminó con la derrota de Hitler, un dirigente carismático que tuvo la grandeza de encarnar la unidad de esa nación y convertir la moral de combate del pueblo soviético en una poderosa e invencible fuerza tanto en la guerra como en la industrialización del país. Para muchos otros, la mayoría, Stalin fue un brutal dictador, un “campesino ignorante”, un mediocre tirano, un déspota y cruel asesino que destruyó la obra revolucionaria de Lenin y creó un sistema que es la antítesis de la libertad, la democracia y el desarrollo de la sociedad.
Después de la muerte de Stalin, en febrero de 1956, Nikita Kruschev presentó su famoso informe secreto al XX Congreso del PCUS, donde denunciaba “los terribles crímenes cometidos por Stalin” y criticaba “el culto a la personalidad.”. Este informe nunca fue sometido a debate, y los delegados asistentes a ese congreso no tuvieron posibilidad de expresar sus opiniones.
Pero lo que nos interesa de Kruschev es su relación con su tierra natal, Ucrania, y el papel que jugó como siervo fiel de Stalin.
Si vamos ha hablar de Ucrania hay que mencionar su excepcional potencial agropecuario, debido a las grandes reservas de sus fertilísimas tierras negras, muy importantes a escala europea y también planetaria. No en vano se la llamaba “el granero de Europa”, siendo, a comienzos del siglo pasado, uno de los mayores productores de trigo en el mundo. Otro tanto podría decirse, dada la similitud de las tierras, de la Huasteca, aunque las de Ucrania son extensos llanos, lo que hace más fácil las labores agrícolas.
Stalin creyó en 1928 aprovechar estas tierras por lo que emprendió la “colectivización forzada de la agricultura”. Más de 100 millones de aldeanos, que aún usaban arados de madera, fueron incorporados a la fuerza a los koljoses (granjas colectivas) y los sovjoses (granjas del Estado). Se les prometieron tractores y maquinarias agrícolas modernas. La colectivización forzada se transformó en una verdadera guerra civil contra los “kulaks o “campesinos ricos enemigos del socialismo”, quienes fueron expropiados, exterminados o deportados a Siberia. Destacamentos del Ejército Rojo rodeaban las aldeas y confiscaban hasta las semillas.
La República Soviética de Ucrania, el ”granero de Europa” por sus famosas y fértiles tierras negras, como el resto de las zonas agrarias de la URSS, sufrió las consecuencias de los burocráticos e ineficientes koljoses y sovjoses, los campesinos volvieron a la servidumbre, esta vez a la servidumbre estatal, y hubo una gran caída en la producción agrícola. El descontento y la soterrada protesta o pasividad de los campesinos fue motivo de constante preocupación para las autoridades soviéticas, que a menudo recurrían a la represión o a los mitos del chovinismo ruso y su superioridad sobre las minorías nacionales.
El antisemitismo abierto o solapado siguió vigente en Ucrania y bajo la dirección de Stalin el vasto país se “civilizó” con métodos brutales y pasó de un país agrario atrasado a ser una gran potencia militar. En efecto, casi paralelamente a la “colectivización forzada de la agricultura” comenzó el Primer Plan Quinquenal (1929), obligó a la juventud soviética a crear y desarrollar, con enormes sacrificios, una gran industria pesada, particularmente de armamentos, mientras había millones que morían de hambre.
La palabra Holodomor proviene del ucraniano, y significa matar por hambre.
Holodomor ha sido uno de los mayores crímenes de toda la historia: el exterminio deliberado, por hambre, de siete millones de ucranianos. Fue una decisión política de Stalin, que pretendía así “disciplinar” al rebelde campesinado de Ucrania. En 1933 el Holodomor llegó a su punto culminante, cuando murieron de hambre 25.000 personas por día, 1.000 por hora y 17 por minuto. Probablemente, tomando en cuenta los resultados del censo poblacional del año 1937, la pérdida de vidas como consecuencia del agotamiento físico total, del tifus, de envenenamientos gastrointestinales, canibalismo, represiones, suicidios, debido al desorden psíquico y colapso social, representaba, en el territorio de Ucrania, a ocho millones de personas, aproximadamente.
El caso ucraniano no fue más que un capítulo del terror comunista en el mundo, que los historiadores cifraron, en 1998, en unos 100 millones de muertos acumulados a lo largo de su sanguinaria historia.
Anécdotas
Las anécdotas son un medio muy adecuado para aprender de las experiencias ocurridas a otros. Algunas seguramente ocurrieron, otras pueden ser producto de la creatividad de las personas, lo importante es que nos sean útiles como recurso, pero en particular las referidas a la extinta Unión Soviética, son iguales que las religiosas, se extienden por dondequiera que dominen.
“Cuentan que cuando Nikita Kruschev llegó a la presidencia Rusa,durante una reunión,hablaban de las barbaridades que había hecho Stalin (en muchas de las cuales Kruschev había participado activa o pasivamente),mientras Kruschev contaba una desagradable historia una voz se elevó en la sala diciendo:
¿ Y tú dónde estabas para no evitarlo?
A lo que Kruschev inmediatamente y alzando la voz dijo:
¿Quién ha dicho eso?
Nadie dijo nada en la sala,todo el mundo agachó la cabeza…
Kruschev volvió a repetir gritando aún más:
¿Que quién ha dicho eso?
La sala siguió en silencio….
Kruschev dijo:
En vista de que no te dejas ver para poder decirte donde estaba te lo diré con un ejemplo:
Estaba donde estás tú ahora,escondido y muerto de miedo esperando a que pasara la tormenta…”
Es tan curiosa esta anécdota, que vale la pena mencionarla, porque en Cuba se vivió el estalinismo, sobre todo del tipo narrado anteriormente y en buena medida todavía subsiste a pesar de la inevitable apertura, aunque tímida que ha tenido que permitir el régimen al pueblo cubano para poder sobrevivir económicamente. Pero el fantasma de Stalin sigue presente en todo el accionar del gobierno cubano.
Uno puede preguntarse qué tienen en común Putin y Stalin. Pues hay una respuesta bien clara. Nikita Jruschov dijo una vez: “No creo que nunca haya habido un líder de iguales responsabilidades que perdiera más tiempo que Stalin sentado a la mesa comiendo y bebiendo”. Su chef preferido, curiosamente, era Spiridon Putin, abuelo del actual presidente ruso.
Kruschev fue durante muchos años, dirigente partidista y del gobierno en el territorio ucraniano, inclusive fue el que asignó el territorio de Crimea a Ucrania, lo que ha constituido en nuestros días un foco de guerra, gracias al nieto del chef preferido de Stalin.
San Miguel de Allende.
Viaje a la Huasteca de Guanajuato.
Baby boomer es una denominación para las personas que nacieron durante el baby boom, que sucedió en algunos países anglosajones, en el período momentáneo y posterior a la Segunda Guerra Mundial, entre años 1946 y 1965 y que no fue más que una explosión de natalidad relacionada con la paz, tras un período bélico prolongado. Y a los Baby boomers les gusta mucho San Miguel de Allende.
San Miguel de Allende, esa magnífica ciudad que no en balde es una de las ciudades más atractivas para los adultos mayores extranjeros, que buscan comunidades con climas amigables y ambientes acogedores para disfrutar plenamente de esta etapa de su vida.
De los 160 mil habitantes que tiene el municipio, 13 mil son de origen extranjero, principalmente de Canadá y Estados Unidos, además de algunos italianos, suizos, ingleses, franceses y se calcula que los extranjeros son responsables de la mitad del PIB de San Miguel de Allende.
La respuesta del porqué los pensionados extranjeros prefieren San Miguel de Allende para vivir, tiene varias respuestas y el primer factor es el clima templado, con un invierno no extremo; y otros son su ambiente cálido y acogedor, porque esta ciudad mantiene su característica de pueblo en donde todos se conocen y se saludan, donde hay mucho respeto hacia las personas mayores, su belleza arquitectónica y cultural, y sus grandes comercios como restaurantes, bares y hoteles, hay buenos servicios a precios módicos, todo lo cual le permite a los jubilados extranjeros mantener un buen nivel de vida, que quizá no podrían disfrutar con sus ingresos en sus países de origen.
No en balde, cuando llegué a México y comencé a hacer mis trámites migratorios, los que realicé durante un tiempo en San Miguel, siempre, casi exclusivamente, todos los que se encontraban en esa oficina, eran norteamericanos, y el único cubano mi amigo el maestro Carrazana, destacado músico y yo.
En el Mirador de San Miguel de Allende.
En esta ocasión conocí, lo que no había hecho a pesar de haber estado varias veces en San Miguel, y muy cerca del Paseo del Chorro, el Mirador de San Miguel. Desde ahí, la vista es increíble y podrás reconocer la silueta de la parroquia de San Miguel Arcángel, la cúpula y la torre del Templo de San Francisco y, más a lo lejos, la imagen de la presa Allende. Un espectáculo que sencillamente, no puedes perderte, no solamente por la vista, sino porque además está ubicado justo al lado de la propiedad del famoso cantante Pedro Vargas, conocido como “El Tenor de las Américas”.
Pedro Vargas nació y se vivió en San Miguel de Allende y, aún permanece su casa en la Salida Real a Querétaro junto al Mirador.
Hay una anécdota muy jocosa de que cuando en 1973, se le dió el nombre de Pedro Vargas a la calle donde esta su casa, junto al Mirador, y como homenaje por sus 45 años de vida artística, Mario Moreno (Cantinflas) con el que lo unía una fuerte amistad, habló en la comida que se ofreció en el hotel Posada La Ermita, justo frente a la casa, felicitándolo y le advirtió que “te han dado esta calle otorgándole tu nombre, no para que presumas, sino para que la arregles”.
Busto de Pedro Vargas en el Mirador y junto a su casa.
“La Gloria”, que es el nombre de la casa, es una típica casona colonial, al estilo de San Miguel de Allende, y por ella han pasado personajes famosos, tal como cuando se filmó una película por Walt Disney, el cual que se hospedó allí, al igual que Anthony Quinn cuando filmó en esa ciudad Los Cañones de San Sebastián. Otros visitantes asiduos eran Cantinflas, José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero y muchos otros. Aquí vivió el más querido cómico mexicano, Mario Moreno “Cantinflas” por dos años, durante la grabación de su película “El Padrecito”.
Y en esa casa, Pedro Vargas, gran aficionado a la cocina, inventó los huevos zapateros, que son huevos poché bañados en salsa verde de tomate con trocitos de jamón y tortillitas de maíz. Sin duda en esa casa hay mucha historia.
Pedro Vargas obtuvo reconocimiento internacional, además de ser uno de los principales intérpretes de Agustín Lara. Formó parte de la época de oro del cine mexicano y participó en más de 70 películas. Cantó para la mayor parte de los presidentes de América y otros políticos de gran renombre.
Se convirtió en uno de los pocos cantantes que se le entendía cuando daba las gracias al terminar cada una de sus interpretaciones, y es así como ese vocablo repetido:“Muy agradecido, muy agradecido y muy agradecido…”, se convirtió en una parte integral de la personalidad de este inmortal cantante mexicano.
Sala de estar en La Gloria.
Pedro Vargas fue y continúa siendo muy querido y admirado en Cuba. Grabó en múltiples ocasiones piezas de compositores cubanos tanto en Cuba como en México. y se acompañó de orquestas cubanas como Casino de la Playa, Riverside y Cosmopolita para realizar sus discos con la Víctor. Algunas veces cantó con la Sonora Matancera y la Orquesta Aragón, y es todo un clásico el dúo de “Mucho Corazón” de María Elena Valdelamar.
Pedro Vargas y Benny Moré compartieron escenario y grabaciones en México y Cuba. Ellos grabaron tres boleros de oro en un dúo maravilloso: Solamente una vez, del mexicano Agustín Lara; La vida es un sueño, del cubano Arsenio Rodríguez y Perdón, del puertorriqueño Pedro Flores.
Visitó Cuba decenas de veces y actuó en los mejores cabarets y teatros. Un busto de bronce del artista fue ubicado en un parque de la Avenida del Puerto, en pleno centro histórico de La Habana, a solo metros de la estatua del compositor Agustín Lara, otro ídolo mexicano en Cuba.
Arriba: con Cantinflas, abajo: con Toña la Negra y Agustín Lara.
San Martín de Terreros
Después de salir de San Miguel de Allende y camino a nuestro destino, hacemos una parada en la localidad de San Martín de Terreros (San Martín), que está situada en el Municipio de Dolores Hidalgo Cuna de la Independencia Nacional, cuenta con solo 1200 habitantes y está a 2025 metros de altitud. Pero hay un momento en que en el pequeño pueblo no cabe nadie más.
No lo he visto personalmente, pero supongo que sea parecido a la famosa canción e himno inolvidable de la Orquesta “Van Van” que llenó de ironías los años ochenta hacíendo referencia a los problemas derivados de una inmigración interna que no cesaba y a una capital saturada de personas de otras provincias, pero que a diferencia del caso de San Martín, no venían a una celebración, sino a quedarse a vivir.
“La Gran Peregrinación del Bajío” en San Martín de Terreros
Miles de peregrinos a caballo, en autobuses y a pie, llegan con devoción a San Martín de Terreros, todos con un mismo objetivo, participar en ‘La Gran Peregrinación del Bajío’, que es la fiesta dedicada a San Martín Caballero.
San Martín de Tours o San Martín Caballero, es el protector de los mendigos, patrono de los soldados, comerciantes, tejedores y fabricantes textiles.
Se cuenta que nació en Hungría por el año 316. Recibió su educación en Pavía, Italia, y aunque se sentía inclinado por la Religión, su padre lo hizo entrar en la guardia imperial romana a la edad de 15 años, en la que sirvió a caballo, primero en Italia y luego en Galia (hoy Francia); de allí le vino el apodo de “Caballero”.
Con 21 años, un frío día de invierno entra la tropa romana a la ciudad de Amiens, Francia, y Martín encuentra cerca de la puerta de la ciudad a un mendigo tiritando de frío, a quien da la mitad de su capa, pues la otra mitad pertenece al ejército romano. En la noche siguiente, Cristo se le aparece vestido con la media capa para agradecerle su gesto, diciéndole: “Hoy me cubriste con tu manto”.
Martín decide entonces dejar el ejército romano y servir a Dios, lo cual no puede hacer de inmediato, al negarle su licencia de retiro el emperador, el César Juliano, el que lo hizo al día siguiente cuando increíblemente, por la mañana los bárbaros pidieron la paz y se rindieron, al saber que Martín estaba tan seguro de la victoria que iría al combate sin armas. Un día fue invitado a Tours con el pretexto de que lo necesitaba un enfermo grave, pero era que el pueblo quería elegirlo obispo. Apenas estuvo en la catedral toda la multitud lo aclama como obispo de Tours.
El medio manto de San Martín (el que cortó con la espada para dar al mendigo) fue guardado en una urna y se le construyó un pequeño santuario para guardar esa reliquia. Como en latín para decir “medio manto” se dice “capilla”, la gente decía: “Vamos a orar donde está la capilla”. Y de ahí viene el nombre de capilla, que se da a los pequeños salones que se hacen para orar.
Según los pobladores, las primeras peregrinaciones llegan desde los últimos días de octubre, pero la fiesta es el 11 de noviembre. Desde la carretera Guanajuato-Dolores Hidalgo, se ve un camino estrecho de terracería, cientos de vehículos levantan una nube inmensa de polvo que no deja ver nada más.
Al lugar se le conoce Terreros por la cantidad de tierra suelta que hay a lo largo del rancho, San Martín Caballero o Santo del dinero o de los negocios, como lo reconoce la gente, se celebra desde que tienen memoria los más viejos del pueblo.
La celebración a San Martín Caballero se ha convertido en una de las fiestas populares más importantes del estado y hasta del país, pues llegan peregrinos de Guanajuato, así como de Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Juventino Rosas, Celaya,Valle de Santiago, Salamanca y Cortazar, y de todas sus rancherías y hasta de otros estados como Querétaro y hasta de Michoacán.
Cientos de carpas y lonas de colores dominan el panorama; puestos de carnitas, panes, gorditas, quesadillas, muñecas rubias de trapo, imágenes de San Martín, dulces típicos como cajeta, alfajor, palanquetas, obleas, y otras cosas propias de una feria dan una vida extraordinaria a tan pequeño pueblo., cuya economía, asumo, se asienta en estas fiestas populares.
En el atrio del templo hay una escultura a San Martín representando su hazaña, los peregrinos le lanzan monedas, si se queda a sus pies sobre un montículo de piedras es buena señal para el dinero, si no le atinas, mala suerte, pero siempre hay oportunidad de lanzar todas las monedas que puedas.
San José Iturbide
Se conocía con el nombre de San José Iturbide desde 1859; durante algún tiempo se le llamó Ciudad Álvaro Obregón y finalmente, en 1948 como San José Iturbide. Pensé que el nombre no tenía asociación con Agustín de Iturbide, pero en eso me equivoqué y más adelante veremos lo ocurrido.
Y es en San José Iturbide, donde inicia la aventura, tiene una altitud de 2 090 metros sobre el nivel del mar y una población de 85 mil habitantes. Y en ella por sobre todas las cosas, destaca la Iglesia, la Parroquia de San José, una joya arquitectónica de estilo neoclásico que sobresale por su majestuosidad, y de cuyo diseño fue responsable durante la segunda mitad del siglo XIX el arquitecto Ramón Ramírez y Aragoiti.
Parroquía de San José Iturbide
La iglesia, fue fundada el 5 de febrero de 1754, no obstante, es en septiembre de 1763 cuando se logra edificar la primitiva iglesia, que después de un siglo tuvo que ser derribada para dar lugar a actual templo parroquial, orgullo arquitectónico, sin duda, del municipio. Por su majestuosidad y belleza, la parroquia de San José sobresale como el sitio de mayor interés visual, ya que figura como una de las construcciones religiosas más imponentes del país, al tratarse de un atractivo clasicista de la segunda mitad del siglo XIX en el que destaca el señorial vestíbulo con columnas cuyos capiteles corintios evocan a los de la basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.
La edificación de ésta magnífica obra representativa del arte neoclásico se realizó oficialmente de 1866 a 1995. El movimiento revolucionario de 1910 tampoco pasó desapercibido en San José, pues en 1915 la plaza es escenario de un cruento combate entre los carrancistas y villistas. Ese mismo año la población es azotada por una epidemia de tifo y por si fuera poco, en 1918, una epidemia de influenza española ataca a los sobrevivientes de la tragedia de la década, lapso en el que muere el 80 por ciento de la gente. Los años post revolucionarios no fueron mejores para el entonces abandonado pueblo, ya que en 1926 y 1939 se registraron continuos levantamientos sociales. En 1927 la rebelión cristera llega a San José encabezada por Fortino Sánchez, quien a su paso quema el palacio municipal y el archivo.
En el acceso principal de la Parroquia se conserva una placa colocada en 1921 con la siguiente inscripción: “ Al libertador San Agustín de Iturbide en el centenario de su entrada triunfal a la capital de la República”. En los extremos superiores se aprecian dos relojes modernos. El templo dedica su culto a la escultura del Señor del Santo Entierro, a quien se le atribuyen incontables milagros. Considerada una de las construcciones religiosas más imponentes del país, destaca su amplio vestíbulo con columnas que evocan a la iglesia de San Pedro en el Vaticano.
Agustín de Iturbide, que había nacido en Morelia, durante las primeras etapas de la guerra por la independencia de México, militó en el ejército realista combatiendo a los insurgentes, pero luego
decidió pactar con las fuerzas insurgentes. Proclamó el Plan de Iguala el 24 de febrero de 1821., y los Tratados de Córdoba, con lo que se logró consumar la independencia el 27 de septiembre de 1821.
Presidió la regencia del primer gobierno provisional mexicano. El 18 de mayo de 1822, fue proclamado emperador y coronado dos meses más tarde con el nombre de Agustín I. Ante la revuelta en contra del imperio, decidió abdicar y se exilió en Europa. En una aventura para reconquistar México., al desembarcar en Tamaulipas fue arrestado y posteriormente ejecutado por un pelotón de fusilamiento. ¿Libertador o persona con ínfulas de poder?
El pueblo es conocido ya como “La puerta del Noreste”, de donde los visitantes se pueden trasladar a maravillosos recorridos turísticos y culturales por la comarca, participar en las celebraciones en donde se reciben la energía cósmica de solsticios y equinoccios, así como por los inexplorados lugares del Pueblo Fantasma y valle de las esferas mágicas, el jardín botánico de las cactáceas gigantes, de los municipios de Tierra Blanca, Victoria, Santa Catarina y San Luis de la Paz, y la propia cabecera municipal con el Eco-Parque Gotcha San José, que está para vivir la aventura del momento con el combate simulado con balas de pintura, ademas renta de caballos, cuatrimotos, bici de montaña y muchos más. Y por supuesto, El Salto.
Para el turista que ha visitado este lugar es agradable escuchar las leyendas de la región; en breves palabras, la siguiente es la más conocida:
Leyenda del Señor del Santo Entierro:
Se dice que hace muchos años por las polvorientas calles de los viejos pueblos de Guanajuato, transitaba una persona con una mula, cargando ésta una caja de madera grande. Esta persona, un señor viejo y cansado, pedía posada cuando se le hacía tarde o de noche, y algunas veces con suerte sólo conseguía comida, temerosa la gente a la que encontraba de que les fuera a hacer daño. Después de mucho caminar con su mula y su caja llegó a un lugar que con el tiempo se llamaría San José Iturbide. El hombre con sed, hambre y sueño tocó a la puerta de la iglesia del pueblo, y una vez abiertas las puertas le dijo al portero que tenía hambre y estaba cansado de tanto viajar, y que le permitiera de favor pasar allí la noche y descansar. El portero, no sabiendo qué hacer, fue con el cura del pueblo y le contó lo del visitante. El padre le dijo que no había problema, que podía quedarse en la iglesia unos días, y mandó que lo acomodaran en una habitación en el patio de la iglesia donde podía también descansar la mula. Esta persona tuvo la suerte de llegar a un lugar donde la gente fuera buena y hospitalaria y estaba muy agradecida. El visitante partió del pueblo sin despedirse y cuando el cura mandó limpiar la habitación, se dio cuenta que aquella persona había dejado la caja de madera que cargaba la mula. El cura pensó que probablemente la había olvidado y regresaría por ella. Pero la dejó ahí y ahí estuvo durante mucho tiempo hasta que el cura decidió abrirla, con la sorpresa de encontrar dentro a un Cristo, el Señor del Santo Entierro, el cual aquel visitante había dejado como regalo por su bondad a la gente de este lugar, quienes lo siguen venerando en la iglesia del pueblo.
Es curioso que hay leyendas similares, que también nombran al Señor del Santo Entierro en Alaquines, San Luis Potosí; Tzintzuntzan, Michoacán; Santiago Papasquiaro, Durango; Huachinango, Puebla; Taxco, Guerrero; Tezoyuca, Estado de México y quién sabe si algún otro pueblo se atribuya su ocurrencia.
Y por fin, después de un largo y bonito viaje, llegamos a El Salto.
El Salto está en lo alto de un cerro, sobre el hermoso valle del semidesierto, por lo que la vista es espectacular.
En los límites de los municipios de San José Iturbide y Tierra Blanca se encuentra El Salto, una elevación que permite disfrutar de extensas planicies y sierras rocosas, aquí existe una zona de despegue de parapentes, servicio de alimentos y hospedaje. Frente a este lugar, hay una cañada por la cual corre una pequeña cascada que lleva agua principalmente en tiempo de lluvia, ahí es posible realizar caminatas, escalada en roca y descenso a rappel
Tierra Blanca fue fundada sobre territorio con población chichimeca, por lo que es notable su gastronomía local con sus cocineras tradicionales, algunas muy famosas en todo el Estado y más allá de él. En este municipio es sorprendente un recorrido entre biznagas gigantes además de otras cactáceas de muchos colores, que supongo muchas sean parte de la flora autóctona, una verdadera maravilla natural.
Desde la majestuosa colina de El Salto, que domina todo un valle. se ven tres municipios de la zona, por lo que este centro vacacional se ha convertido en el favorito de locales y visitantes.
Vuelo en parapente
El sueño del ser humano siempre ha sido volar. Y la mejor forma de hacerlo es como las aves, con el viento en la cara, y con una vista completa de lo que está debajo de ti. Volar en parapente es la máxima experiencia en vuelo, y es muy segura. Aunque no tengas experiencia previa, esta actividad es para todos. En el Salto existen instructores calificados, y con tu cámara fotográfica y hacer de tu vuelo un hermoso recuerdo para toda la vida. También está disponible el Ala Delta, pero ya eso es un vuelo más complicado y que requiere de un entrenamiento.
Observación astronómica.
Casi todo el mundo por las noches alza la vista al cielo y trata de descifrar el misterio de las estrellas y la belleza del firmamento. El Salto es también un sitio de observación para dar un paseo por el cielo nocturno y vivir una experiencia cerca de las estrellas. Para astrónomos profesionales y personas con curiosidad por el manto estelar, este lugar es un paraíso, me recuerda en Cuba, cuando una noche de madrugada paramos en una intrincada carretera que recorre parajes de difícil orografía y casi completamente vírgenes, el viaducto de La Farola, desde donde pude observar el cielo más limpio y estrellado que he visto. Seguramente El Salto nos brinda también esa maravilla.
Trekking
La caminata a campo traviesa no sólo es saludable. También es divertida y nos ayuda a descubrir una cara diferente de la naturaleza y a llenar tus pulmones de aire puro.
Hay dos circuitos (2 y 3 kilómetros), uno de los cuales nos lleva al sitio de despegue del Ala Delta y Parapente, llegando a la punta de la montaña con una vista impresionante, mientras que el otro te lleva a la cascada estacional, que tiene 80 metros de caída y que da nombre al lugar.
Tirolesa
La existente te eleva a 15 metros del suelo, y su cable de acero se extiende por 60 metros, llevándote en un recorrido sobre la montaña a una velocidad emocionante.
Rapel
La escalada en roca por la geografía que rodea a El Salto, proporciona un entorno ideal para practicar la escalada o el descenso en rappel. Se cuenta con diferentes paredes para el Boulder que van desde los 5.9 hasta los 5.13 grados de dificultad.
Bibicleta de montaña y Cuatrimotor
Hay una ruta trazada dividida en dos secciones, y están diseñadas para pilotos experimentados
Aparte de las facilidades para estos deportes extremos, también existen muchas opciones para instalarse, acampar y colgarse de la piedra todo un fin de semana.
Unos pocos kilómetros más adelante, llegamos a la comunidad de Arroyo Seco para visitar su Reserva Ecológica de Cactáceas. Un sendero marca el recorrido entre las altas plantas espinosas y algunos arbustos. Casi a la entrada nos recibió un cactus de 2,5 metros de alto y uno de diámetro. Entonces percibimos lo especial del lugar; es que además del tamaño, algunas de estas plantas tienen más de 300 años de vida. Atrás de el gigante, habían muchos más similares y otros grandes; redondos, altos, de diferentes tonos de verdes. Enmarcando el escenario, el Cerro Grande se teñía de colores para completar todo un espectáculo en este bosque de cactáceas gigantes.
Las personas que viven en la comunidad o reserva, se han organizado para dar un recorrido y además aprovechan las propiedades medicinales y cosméticas de algunas especies de cactus con los cuales elaboran jabón, champú y cremas corporales y otros artículos de tocador hechos todos con derivados de cactáceas, hierbas y otros compuestos naturales y además confeccionan cestería y también hacen exquisitos dulces de xoconoxtle, garambullo y biznaga.
Por supuesto que mi recorrido por este lugar estuvo cargado de adrenalina, ante el aviso de que la zona está plagada de serpientes de cascabel, y a pesar de los cuidados y accionar que nos recomendaron, estuve todo el tiempo en alerta total.
Y el final fue un suculento almuerzo en el restaurante de El Salto, que acompaña la calidad de su menú con una vista que nos alimenta también el resto de los sentidos. Valió la pena, y como siempre agradecemos no sólo la compañía de nuestros amigos Jaime y Martha,, sino también el habernos llevado a conocer esta maravilla mexicana.
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