Siempre nos quedará París

Siempre nos quedará París

You must remember this
A kiss is just a kiss
A sigh is just a sigh
The fundamental things apply
As time goes by

And when two lovers woo
They still say “I love you”
On that you can rely
No matter what the future brings
As time goes by…”

Como ha ocurrido varias (o muchas veces) en mi vida, vuelvo a disfrutar de “Casablanca” y pienso ¿a quién no se le ponen los pelos de punta con varias escenas de “Casablanca” y en particular con la final?.

Y repaso a los personajes detrás de esta obra, comenzando por su Director, Michael Curtiz.

Michael Curtiz, fue un húngaro que triunfó en Estados Unidos con filmes como Captain Blood (1935) Santa Fe Trail (1940) y The Adventures of Robin Hood (1938) las tres con Errol Flynn y Olivia de Havilland, The Sea Hawk (1940) una aventura basada en un libro de Jack London con la participación de Edward G. Robinson, Passage to Marseille (1944), Mission to Moscow (1943), Night and Day (1946) una biografía del compositor Cole Porter, The Egyptian (1954) basada en uno de mis libros preferidos: Sinuhé el egipcio, I’ll see you in my dreams (1951) un musical con Doris Day, White Christmas (1954) un musical con Bing Crosby, The Walking Dead (1936) con Boris Karloff, un antecedente de los filmes de muertos vivientes, The Adventures of Huckleberry Finn (1960) una de las películas que más disfruté en mi juventud, King Creole (1958) con Elvis Presley. Esta pequeña muestra de casi 180 filmes que dirigió, lo hace ser uno de los más prolíficos directores de la historia del cine.

Pero si eso fuera poco, Curtiz nos dejó “Casablanca”, sin lugar a dudas, y serán muy pocos los que estarán en contra de esa afirmación, una de las mejores películas de todos los tiempos, una joya del séptimo arte y un derroche visual, musical y artístico con actores y actrices de primera categoría como son Ingrid Bergman, Humphrey Bogart, Paul Henreid, Claude Rains, Peter Lorre, Sydney Greenstreet y otros.

Curtiz

Mihály Kertész, su nombre húngaro, de procedencia judía (Manó Kaminer), que cambiara al llegar a Estados Unidos por el de Michael Curtiz, con 39 años de edad y cuando ya había dirigido en Europa 64 filmes. Fue uno de los que impulsó el triunfo de Warner Bros y la hizo ser el estudio fílmico de más rápido crecimiento. Curtiz fue uno de los que introdujo en Hollywood un nuevo estilo visual, con el uso de la iluminación de forma más artística, un movimiento más fluido de las cámara y toma de nuevos ángulos. Se destacó por su versatilidad, ya que lo mismo abordaba comedias, melodramas, historias de amor, de crímenes, de guerra, de horror, históricas o de guerra. Y todas le salían bien.

Curtiz tuvo un principio: “cuando llegué a Estados Unidos, me asignaron dirigir seis o siete películas al año. Nunca le dí de lado a ninguna historia. Ese fue mi aprendizaje, trabajé muy duro en cada una de ellas. Así es como uno aprende.”

Michael Curtiz fue conocido con el apodo de Money Director, porque todas sus obras llenaban la taquilla de las salas de cine.

Pero lo que verdaderamente llevó al primer plano (porque ya estaba entre los primeros) fue Casablanca.

“Casablanca”

“Casablanca”, filmada en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, es un drama romántico desarrollado en esa época de confrontación bélica mundial y que todos reconocen como uno de los más populares filmes jamás hechos.

Humphrey Bogar, en su papel de expatriado norteamericano viviendo en Marruecos e Ingrid Bergman como una mujer que trata de escapar de los nazis, son secundados por las estrellas ya mencionadas, con actuaciones relevantes.

La película ganó tres premios Oscar de las ocho nominaciones que tenía y entre los premios estuvo el de Curtiz como mejor director. La revista Time de 2012 calificó a Casablanca como la mejor película de la historia y distintos sitios de evaluación de la industria cinematográfica, como IMDB y Rotten Tomatoes lo tienen entre los mejores filmes de acuerdo con la evaluación de sus usuarios.

Ingrid

Ingrid Bergman tiene un nombre y un sitio referencial en el cine, pero con respecto a Casablanca, se consideró que Bergman era la elección ideal, la única que unía en sí el glamour, la calidez y la ternura que requería el papel.

Al margen de ello, las actuaciones de Ingrid Bergman, una de las más hermosas y talentosas actrices de la cinematografía mundial, ganadora de tres premios Oscar, la reconocerán muchos por su papel en Casablanca, pero destacada en muchas otras, de las que recuerdo The Bells of St. Mary’s (1945), Arch of Triumph (1948) basada en una obra de Erich Maria Remarque, For Whom the Bells Tolls (1943) la obra maestra de Ernst Hemingway sobre la guerra civil española, Stromboli (1950) una profunda obra del director Roberto Rossellini, Anastasia (1956) una impactante obra junto a Yul Brynner.

The Inn of the Sixth Happiness (1958) junto a Curt Jurgens película que recuerdo con mucho agrado, Cactus Flower (1969) una deliciosa comedia con Walter Matthau, Autumn Sonata (1978) escrita dirigida y actuada por Ingrid y la profundidad de su impresionante actuación y en A Woman Called Golda de 1982, entre otras. Para mí, una de las más grandes actrices de todos los tiempos.

Una cita personal de Ingrid decía: “si tú realmente no lloras, la gente no va a pensar que tú estás llorando”. De ahí que todos sus personajes fueran realmente convincentes.

Bogie

Por otra parte está Humphrey Bogart, al que algunos consideran un actor sin muchos matices, imperturbable y siempre haciendo papeles de villano, lo que son valoraciones muy alejadas de la realidad. Bogart, más conocido por Bogie, se caracterizó por papeles cínicos, de galán extraño, siempre con un cigarrillo en la boca (la causa de su muerte relativamente joven), es considerado por muchos, sobre todo por los conocedores, el American Film Institute, la estrella masculina más importante del primer siglo del cine norteamereicano.

Es cierto que Bogart fue encasillado con el estereotipo del cine negro, como el gángster por excelencia, lo cual el mismo reconoció cuando dijo: “En mis últimas 34 películas fui tiroteado en doce, electrocutado o ahorcado en ocho e hice de presidiario en nueve.”

Para los que dicen que Bogie siempre tenía cara de póker

Uno de los filmes que más recuerdo de Bogie es “The African Queen”, “La Reina Africana” (1951) por la cual ganó el Oscar al mejor actor y donde estuvo acompañada por Katharine Hepburn. Se cuenta que la grabación se realizó en la selva africana y que todos menos Bogart y John Huston, el director no se enfermaron, porque solo comían comida enlatada y no tomaban agua, sino whisky, por lo cual estaban constantemente embriagados.

Otras películas impactantes de Bogie fueron The Caine Mutiny (1954), la impresionante The Treasure of the Sierra Madre (1948), el thriller de lujo Key Largo (1948), Passage to Marseille (1944), To Have and Have Not (1944) basada en la obra de Hemingway, Sahara (1943), The Maltese Falcon (1941) todo un clásico, High Sierra (1941) una obra maestra del cine negro al igual que Dark Passage de 1947, In a Lonely Place de 1950, The Desperate Hours (1955) y la adaptación de El Sueño Eterno de Raymond Chandler, The Big Sleep de 1946 y por supuesto, Casablanca.

En 1942 filmó Casablanca, una de las más grandes historias de amor de la cinematografía mundial y que ayudó a consolidar su leyenda como actor de un raro carisma.

Joh Huston, el legendario director, en su discurso fúnebre concluyó : “Es absolutamente insustituible. Nunca habrá otro como él.”.

Curiosidades de “Casablanca”

La película se basó en una obra de teatro llamada “Everybody comes to Rick ‘s” (Todos van a Rick’ s) que no se consideraba un argumento adecuado para una película, pero los hermanos Julius J. y Philip G. Epstein junto con Howard Koch ( que había escrito el programa radial “La guerra de los mundos” y que producida como radionovela por Orson Welles provocó un pánico nacional) tomaron la obra teatral, la reescribieron y renombraron como “Casablanca”, con la particularidad que no tenían definido su final. 75 escritores contratados diseñaron diferentes finales hasta que se decidió el del filme.

Hasta el último día de filmación, ni Ingrid ni Bogie supieron cómo finalizaría la película.

Es curioso que en la década de 1980 el guión de Casablanca fue enviado a diferentes evaluadores de guiones bajo su título original “Everybody comes to Rick ‘s” y la mayoría se quejó de que el guión no era suficientemente bueno para hacer un filme. Y eso que el cine en los últimos años se ha caracterizado por remakes y nuevas versiones más que por originalidad.

Después de ser exhibida Casablanca, el público reclamó una continuación, pero el productor no accedió a prestar a Ingrid Bergman para esta secuela. Y nadie se ha atrevido a hacer una segunda parte de semejante obra.

Después de la guerra, todos querían ir a conocer las locaciones de Casablanca, Marruecos, donde supuestamente se había filmado la cinta. Realmente ésta se realizó completamente en estudios en Hollywood. Y ante tantos turistas demandando ir al bar de Rick, se construyeron dos bares el Rick ‘s y el Blue Parrot en Casablanca.

“As time goes bye” era una canción compuesta en 1931, diez años antes de la película, considerada una melodía simple y no exitosa, pero un productor le vió lo que nadie veía en la canción y casi tuvo que rogar para que la incluyeran. Se convirtió en el tema principal de la película y en un número muy demandado, tal es así que es considerada la segunda canción más popular en la historia del cine detrás de “Over the rainbow”.

La estatura fue un problema a resolver. Ingrid Bergman era una mujer alta, medía un metro ochenta centímetros y Bogie un metro sesenta, por lo que cuando aparecían juntos, Bogar se subía a una plataforma.

La película fue editada en color en los años ochenta para la televisión, pero el resultado fue muy criticado y la mejor respuesta sobre ello la dió Stephen Bogart, el hijo de Bogie: “Si ustedes van a colorear Casablanca, ¿por qué no le ponen brazos a la Venus de Milo?”.

La última frase de la película “Creo que esto puede ser el principio de una gran amistad” entre el oficial francés y Bogie, no es el que más recuerda la gente, sino el parlamento entre Ingrid y Bogie, el que sacrifica su amor para que la pareja de Ingrid Bergman y Paul Henreid escapen de la persecución de los nazis “Siempre tendremos París… No lo teníamos hasta que viniste a Casablanca, pero lo recuperamos anoche”.

El avión, con Ingrid en él, se va, y el amor queda en el aire, los que esperaban un final feliz tienen que enfrentar la realidad de que no siempre triunfa el amor, aunque nos quede París, una imagen que no es más que un recuerdo que permanecerá vivo, pero que no va a trascender en un tiempo futuro. Siempre nos quedará París es una forma elegante, pero desgarradora, de despedirse de alguien que sabe que no va a formar parte de su vida, aunque desee lo contrario.

Esa imagen se ha repetido millones de veces en todas partes del mundo, resultante de las separaciones provocadas por las guerras, los éxodos huyendo de la miseria, la explotación y la injusticia y los cubanos no somos ajenos a ello, el sufrimiento de la separación de las familias y los enamorados son también parte de nuestra historia y a ellos solo les ha quedado algo parecido a París: el recuerdo.

Pero lo que sí nos ha quedado es esta obra maestra, la que vale la pena ver una y siempre la vamos a considerar magistral.

Y otros podrán decir como Humphrey Bogart y Lauren Bacall en la canción de Bertie Higgins:

…”We had it all
Just like Bogie and Bacall
Starring in our own late, late show
Sailing away to Key Largo

Here’s lookin’ at you kid
Missing all the things we did
We can find it once again, I know
Just like they did in Key Largo…”

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3 Comentarios

  • Reply
    Vers
    June 4, 2022 at 11:27 am

    Sempre me encantam os seus posts. Há muito tempo que não entrava aqui. Um abraço de Portugal

    • Reply
      carlosbu@
      June 26, 2022 at 6:51 pm

      Obrigado, muchas gracias por seguir mi blog

  • Reply
    Vera
    June 4, 2022 at 11:29 am

    Desculpe, me enganei, meu nome é Vera

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