“…Si fueran las almas visibles a los ojos, se vería distintamente una cosa extraña, y es que cada uno de los individuos de la especie humana corresponde a alguna de las especies de la creación animal…los animales no son sino las figuras de nuestras virtudes y de nuestros vicios, errantes delante de nuestros ojos; los fantasmas visibles de nuestras almas. Dios nos los pone de manifiesto para hacernos reflexionar.”
(Victor Hugo)
“Golondrinas de un solo verano
con ansias constantes de cielos lejanos.
Alma criolla, errante y viajera,
querer detenerla es una quimera…
Golondrinas con fiebre en las alas
peregrinas borrachas de emoción…
Siempre sueña con otros caminos
la brújula loca de tu corazón…
Criollita de mi pueblo,
pebeta de mi barrio,
la golondrina un día
su vuelo detendrá;
no habrá nube en sus ojos
de vagas lejanías
y en tus brazos amantes
su nido construirá.
Su anhelo de distancias
se aquietará en tu boca
con la dulce fragancia
de tu viejo querer…
Criollita de mi pueblo,
pebeta de mi barrio,
con las alas plegadas
también yo he de volver.”
Autor: Alfredo Le Pera
Carlos Gardel y Alfredo Le Pera.
Entre sus cientos de éxitos, Carlos Gardel inmortalizó en 1934 el tango “Golondrinas”. Sin duda, Carlos Gardel fue, es y será para sus admiradores, entre los que me incluyo, el ídolo inigualable del tango, pero también, siguiendo esta tesis, el que lo inventó cantado, el que indicó cómo hacerlo, el que lanzó el formato canción a nivel mundial y, finalmente, el que promovió una industria que ofreció y continúa ofreciendo, trabajo profesional a intérpretes y autores de todos los géneros.
Se dice que hay un Gardel antes y otro después de Le Pera. Esta es una de las letras al que el gran poeta le imprime un nuevo lenguaje, menos malevo, más comprensivo para el público sudamericano.
El ave del alma viajera es por excelencia la Golondrina, antagonista del pájaro quieto o enjaulado y, a la vez, figura de la “Pebeta” (en el ámbito del Río de la Plata es como se nombra a una muchacha que se encuentra en su adolescencia o juventud).
Las golondrinas son los pájaros de alma errante y viajera, que vuelan más que cantan. Su representante mayor es la Golondrina, que asciende del barrio hacia eso desconocido donde se le queman las alas. La Golondrina nos hace impacientarnos continuamente por su regreso.
Ignacio Corsini, cantautor, el inspirador de la famosa “Caminito” dijo una vez: “Los pájaros me enseñaron la espontaneidad de su canto, sin testigos, en el gran escenario de la naturaleza; aprendí a cantar como ellos, naturalmente y sin esfuerzo”. Algunos cantores tienen seudónimos con nombre de pájaros; así, entre sus apodos, Carlos Gardel era “el zorzal criollo”, Angel Vargas fue “el ruiseñor de las calles porteñas”, Isabel Arce es “la calandria” y Edith Piaf era “el gorrión de París” (La môme Piaf). Muchos tangos mencionan a las aves en sus letras, aparte de la mencionada “Golondrinas”:
…Blanca palomita que pasas volando
rumbo a la casita donde está mi amor,
palomita blanca, para el triste ausente
sos como una carta de recordación…
Palomita blanca (1929)
Francisco García Jiménez
… Barrio… barrio…
que tenés el alma inquieta
de un gorrión sentimental.
Penas…ruego…
¡es todo el barrio malevo
melodía de arrabal!…
Melodía de arrabal (1932)
Alfredo Le Pera/Mario Battistella
… Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao…
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste… ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!…
el loco berretín que tengo para vos…
(…)
… Salgamos a volar, querida mía;
subite a mi ilusión super-sport,
y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!
Balada para un loco (1969)
Horacio Ferrer
… Mi barrio reo,
mi viejo amor,
oye el gorjeo,
soy tu cantor.
Escucha el ruego
del ruiseñor
que, hoy que está ciego,
canta mejor…
(…)
Vos le diste a tu cantor
el alma de un zorzal
que se murió de amor…
Barrio reo (1927)
Roberto Fugazot y Alfredo Navarrine
… Tal vez allá en la infancia su voz de alondra
tomó ese tono oscuro de callejón,
o acaso aquel romance que sólo nombra
cuando se pone triste con el alcohol…
Malena (1941)
Homero Manzi
… Madame Ivonne,
la Cruz del Sur fue como el signo,
Madame Ivonne,
fue como el signo de tu suerte…
Alondra gris, tu dolor me conmueve,
tu pena es de nieve…
Madame Ivonne…
Madame Ivonne (1933)
Enrique Cadícamo
…Las golondrinas que ayer tejieron
su amante nido, lleno de amor,
se consultaron y ya se fueron
hacia otros climas de mas calor.
Añoranzas
José María Aguilar
O en los Estados Unidos, donde son celebérrimas las golondrinas californianas de San Juan de Capistrano, una canción hermosa del entonces popularísimo Pat Boone: Cuando las golondrinas regresen a Capistrano.
“All the mission bells will ring.
The chapel choir will sing.
The happiness you’ll bring
will live in my memory.
When the swallows come back to Capistrano
That’s the day I pray that you’ll come back to me.”
Claro está que detrás de estas poéticas, siempre está presente el romanticismo de Gustavo Adolfo Bécquer:
“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
ésas… ¡no volverán!”
Pero volviendo a las golondrinas y el tango, hay que recordar que Alfredo Le Pera, quien falleciera el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, integrando la comitiva de Carlos Gardel, fue el autor de “Mi Buenos Aires querido”, “Por una cabeza”, “El día que me quieras”, Cuesta abajo, “Soledad”, “Sus ojos se cerraron”, “Golondrinas” y otras que se han convertido en clásicos del tango y del Zorzal Criollo, y fue el guionista de las películas de Gardel, tanto en Francia como en Estados Unidos.
Gardel murió a las 45 años de edad y Le Pera a los 35, así que la humanidad perdió dos grandes talentos que estaban en su plenitud y se perdió lo que dejaron de aportar a la cultura musical mundial.
Al poeta Vicente Huidobro le preguntaron qué opinaba sobre el libro “Veinte poemas de amor” de Pablo Neruda, y respondió: “para tangos me quedo con Gardel”. Hoy no podemos saber cómo habrían sonado los veinte poemas acompañados con una melodía tanguera, y cantados por Gardel, pero sí podemos asegurar que las letras de Gardel y otros compositores de tangos han maravillado al mundo durante décadas y lo siguen haciendo, y si hubieran conocido a Neruda, estarían, como lo está la poesía del chileno, entre las que no pasan de moda, porque parafraseando a un programa de televisión cubano: “Lo bueno no pasa”.
Los tiempos idos y el arrabal son temas permanentes en el tango.
Pero la golondrina tiene otra historia.
Ya en la antigua Grecia y en China las golondrinas eran mensajeras de la primavera. El dicho “una golondrina no hace primavera” se encuentra en Aristóteles y Aristófanes. Los nidos de las golondrinas sobre las casas siempre fue algo notable para el hombre. Plutarco menciona la transformación de Isis (una diosa egipcia, hermana y esposa de Osiris, que representa la madre, la reina y la diosa de todos los dioses) en golondrina.
Se la relaciona también con Afrodita (diosa griega del amor y la belleza) que explicaba que quien se apodere de la ceniza de una golondrina que estuviera empollando se torna irresistible para las mujeres. en la época del romanticismo, se asociaba a la golondrina con el devenir del tiempo, haciendo hincapié en lo irremediable de su paso y durante el medievo estaba considerada la golondrina como una de las aves portadora de connotaciones emblemáticas relacionadas con la renovación y el renacer. Entre muchas tribus africanas, la golondrina simboliza el sentido de la limpieza y la nitidez anímicas, ya que es un ave que nunca se detiene en sitios sucios o lugares oscuros, ni se pone en contacto con el suelo.
También hay tradiciones y creencias americanas: la golondrina volando a ras de tierra presagia lluvia; en la casa donde anide la golondrina no habrá disturbios ni desgracias; dicen los creyentes que las golondrinas no cantan en jueves ni viernes santos, rememorando la pasión de Jesucristo y que cuando las golondrinas salen en bandadas, es buena suerte porque la Virgen las acompaña.
Si eso es así, tengo que atribuirle a las golondrinas mi vida tranquila y feliz, porque en ella han anidado durante 3 años consecutivos parejas de estas aves y han logrado sus crías.
Cuba, gorriones y golondrinas.
A decir verdad, no soy un especialista en aves, pero casi toda mi vida viví en un lugar en las afueras de La Habana, el reparto Fontanar, donde abundaban los pájaros, en particular los gorriones, el zunzún o colibrí y frecuentemente se veían pájaros carpintero, totíes, y otros que no identifico. Pocas veces hemos tenido aves como mascotas y esto está dado porque realmente es hermoso oír su canto, pero es cruel tener enjaulados a animalitos cuya razón de ser es volar libremente, por lo que siempre preferimos privarnos de su canto y dejarlos en libertad.
Se dice que en Cuba hay dos tipos de Golondrina. La Golondrina azul cubana, que es un ave migratoria, por lo que no es considerada una especie endémica, también llamada Cuban Martin y que está presente de Abril hasta Agosto, migrando en invierno a sudamérica. También existe la golondrina cubana, que es nativa de Aruba, Antillas Neerlandesas, Cuba y Estados Unidos.
En Cuba hay más de 300 especies y subespecies de aves destacándose como variedades endémicas las siguientes: el tocororo, que es el Ave Nacional; la cotorra, muy solicitada por su imitación de la voz humana; el catey, conocido por perico; el arriero, lindo habitante de los bosques espesos de la isla; el sijú platanero y el gavilán caguarero, ambos rapaces diurnos; el zunzuncito, considerada el ave más pequeña del mundo; el ruiseñor, con un extraordinario canto aflautado; el cabrero, que resalta por su buen trino y llamativos colores; y la carta cuba, uno de los más bellos ejemplares alados del archipiélago cubano; el carpintero jabado, con una moña colorada en la cabeza del macho; el cao, uno de los pájaros negros cubanos; la fermina, ave con endemismo muy localizado en las zonas cenagosas; el totí, pájaro negro que ataca los arrozales en grandes bandadas; el tomeguín del pinar, muy común en los campos de la isla y la gallinuela de Santo Tomás, ave acuática endémica de la Ciénaga de Zapata.
Son muy interesantes y únicos el carpintero real y el guacamayo cubano, el primero de ellos, considerado en peligro de extinción, y el segundo, desaparecido desde el siglo pasado.
Existe un numeroso grupo de aves que aunque no son endémicas, anidan en territorio cubano o tienen amplia distribución caribeña, entre ellos podemos citar el flamenco, de largas patas y color rosáceo; la yaguasa, apreciada por su carne; el gavilán de monte, muy común en Cuba; y el sinsonte, rey de los alados canoros por su dulce canto.
La tojosa, una de las palomas silvestres más pequeñas del mundo; el querequeté, conocido por su hábito de volar al atardecer sobre los campos y costas y el martín pescador, gran devorador de peces también están entre los más conocidos.
Pero jamás vi, ni siquiera en mis incursiones en el campo, una golondrina. Vine a conocerla en México, donde su migración, junto a la de la mariposa Monarca, es grandiosa.
Sin embargo las golondrinas, de otro tipo, por su carácter emigrante, son bien abundantes en Cuba. Y me refiero a los cubanos, que imitando a las golondrinas, emigran, aunque en cualquier época del año y raramente regresan a su nido.
Uno de cada tres cubanos tiene un familiar en el exterior. Y aunque para el país este haya sido siempre un asunto complejo, marcado por historias dolorosas que van desde el deseo personal de vivir en una sociedad libre, hasta el caso de mi padre, que fue prácticamente un destierro,
Emigrar desde cualquier lugar es tan natural como caminar, pero no es así cuando el estímulo o ese flujo se convierte en la única alternativa viable y que representó para cientos de miles el perder todo vínculo con su patria y sus familiares. El emigrar para el cubano se convirtió en un estigma y en el peor de los pecados para el gobierno revolucionario. Y fueron tanto lo cubanos de la isla como los emigrados los que sufrieron esa política.
La incesante emigración cubana por todas las vías imaginables.
Por un lado, están los deseos de quienes van a probar suerte en otros lugares del mundo, casi siempre por la situación de inseguridad o pobreza de su país y por el otro, aquellos que han utilizado como una política de denigración de la condición humana de los que no están de acuerdo con el proyecto político cubano.
La migración es obsesión para muchos en Cuba, por la falta de oportunidades y la extensión hasta el infinito, de un sistema que coarta libertades e impide el desarrollo de los ciudadanos. Huyen de la Revolución y el socialismo, algo que tiene que ver con lo que hacían los pobladores del campo socialista y por las mismas causas.
Esto quiere decir que las golondrinas cubanas son diferentes, pues no regresan al nido, pero de lo que sí hay bastante en Cuba es gorriones y sobre todo del que voy a describir.
Es raro que haya un cubano que se fuera a vivir a otro país y no padezca del “gorrión”, que para el cubano es la tristeza y melancolía porque extrañamos a la tierra donde nacimos y vivimos, a nuestra familia, amigos y costumbres. De ese gorrión, que como todas las tristezas, y para decirlo en la palabra que mejor lo expresa, saudade, inevitablemente pasará, pues la vida tiene que seguir adelante.
Saudade (del portugués saudade) ese vocablo de difícil definición incorporado al español y que es empleado en portugués y en gallego, que expresa un sentimiento afectivo primario, próximo a la melancolía, estimulado por la distancia temporal o espacial a algo amado y que implica el deseo de resolver esa distancia y que conlleva el conocimiento reprimido de saber que aquello que se extraña quizás nunca volverá.
Al fin veo una Golondrina, después de haber escuchado tanto el tango de Gardel.
La Golondrina, cuyo nombre científico deriva del latín hirundo- hirundinis, en inglés es swallow, pero que también tiene la acepción en esa lengua de tragar o aceptar o también se conoce como Wanderer, propiamente trotamundos, errante, vagabundo..
Recuerdo que se empleaba “golondrino” cuando alguien tenía un tumor en las axilas, que realmente se denomina hidradenitis, pereo que es nombrado así por su analogía con el vuelo de las golondrinas, que siempre están con las alas abiertas.
Uno de los principales personajes de “cien Años de Soledad” el coronel Aureliano Buendía, padecí de esta enfermedad, y es porque Gabriel García Márquez, su autor, sufrió de este padecimiento mientras escribía esta joya universal de la literatura.
La golondrina es un pájaro muy común en México y España desde principio de la primavera hasta fines de verano, cuando emigra en busca de países templados, y su hábitat es prácticamente universal, con la excepción de las zonas polares árticas, aunque prefieren las costas y zonas húmedas en las cuales abundan los insectos voladores que constituyen su alimento.
Cuando emigra la Golondrina, fuera de su época de cría, en trayectos no transoceánicos, vuela a una velocidad promedio de 60 kilómetros por hora, logrando una autonomía diaria de 200 Km.
Los individuos tienden a regresar a pasar el invierno al mismo lugar cada año. Las golondrinas comunes se reproducen generalmente entre mayo y agosto, pero esto varía mucho según el lugar. Pueden reproducirse ya en la primera temporada reproductiva posterior a su nacimiento.
Los machos regresan a las áreas de reproducción antes que las hembras y escogen un sitio para el nido, que es anunciado a las hembras con un vuelo en círculo y una canción. También intentan atraerlas desplegando sus colas. Las hembras se sienten particularmente atraídas hacia los machos con alas y colas simétricas.
Los individuos de ambos sexos defienden el nido, pero los machos son particularmente agresivos y territoriales y las parejas que se han reproducido exitosamente pueden durar varios años.
Por otro lado, las cópulas fuera de la pareja son comunes, por lo que esta especie es genéticamente polígama, aunque sea socialmente monógama.
La golondrina común es un ave de campo abierto que normalmente utiliza estructuras construidas por el ser humano para reproducirse y que, en consecuencia, se ha diseminado con la expansión humana. Construye nidos en forma de taza, con bolitas de barro en graneros y construcciones similares. Y es construído por ambos miembros de la pareja. Y he tenido el gusto de ver cómo han construido dos en mi casa y se han reproducido.
En la primera ocasión pusieron 5 huevos y uno cayó, nacieron los cuatro polluelos pero uno cayó del nido (el más débil) y finalmente se lograron tres golondrinas. En la segunda ocasión, pusieron 6 huevos y se lograron 4 aves. En otro nido que hizo nueva otra pareja, pusieron 3 huevos y se lograron dos golondrinas. Pero realmente disfruto el gorjeo de las golondrinas cada mañana cuando sale el sol y despiertan para su faena diaria.
El macho y la hembra al lado del nido que está a la izquierda.
En Europa, la hembra se encarga de casi toda la incubación, pero en América del norte el macho puede incubar una buena parte del tiempo. El periodo de incubación es normalmente de entre 14 y 19 días, a los que se suman otros 18 a 23 días antes de que los polluelos altriciales abandonen el nido. Los pequeños ya voladores permanecen junto a sus padres y son alimentados por ellos durante alrededor de una semana más. Para la segunda semana después de haber dejado el nido, los polluelos ya se han dispersado y a menudo viajan a otras colonias de golondrinas. Ambos padres alimentan y protegen a los pequeños y remueven los sacos fecales del nido, si bien las hembras proporcionan un mayor cuidado parental. Los padres pueden alimentar a los polluelos en el nido hasta 400 veces por días. Las golondrinas comunes alimentan a sus pequeños con insectos comprimidos en una bolita, que es transportada al nido en la garganta del adulto. En ocasiones, los polluelos de la primera nidada ayudan en la alimentación de los de la segunda. Toda la noche el padre y la madre no se apartan del nido, uno empollando y el otro al lado y después que salen los polluelos, igualmente permanecen allí, retirándose solamente para traerles comida. Un dato interesante es que las golondrinas cazan insectos volando a 50 kilómetros por hora y para reponer la energía consumida en la caza, cada ave come unas dos mil moscas por día.
Tiene un admirable sentido de la orientación y recuerda los lugares de un modo sorprendente, siendo capaz de encontrar su nido del año anterior. Lo sorprendente es que el nido en el que criaron a la primera es reutilizado para la segunda y reparado y vuelto a usar en años siguientes. La supervivencia de los nidos durante 10 o 15 años es común con el mantenimiento adecuado y se registró uno que fue ocupado durante 48 años. Aunque la edad récord sea de más de 11 años, la mayoría no supera los cuatro.
Ahora hay que preguntarse: ¿De qué se valen las golondrinas para tener tal capacidad de orientación, que después de volar de miles de kilómetros, vuelven al mismo nido? Para el ser humano, sin los medios actuales de ubicación, como el GPS, sería muy difícil el lograrlo, a no ser una dirección específica en una ciudad y así y todo tendría que emplear medios como mapas u otros, a no ser un lugar donde tuvo una larga estadía.
Uno de los nidos de golondrina en mi casa.
La migración de las golondrinas y otras aves.
Ya desde la antigüedad el fenómeno de la migración ha causado fascinación, incógnitas y reflexiones y ha sido sido fuente de inspiración de poetas, magos y oráculos, así se adivinaba el porvenir en el vuelo de las aves, las invasiones de algunas especies anunciaban la guerra o la llegada de alguna epidemia o plaga. En algunos pueblos españoles con el vuelo de las aves principalmente golondrinas y vencejos se predice si va a llover o no, porque están relacionadas con el cambio de estación y la llegada de las lluvias. Los poetas tenían admiración a las especies más llamativas y cantoras como las golondrinas, cigüeñas, ruiseñor y otros, mientras los cazadores se interesaban por especies cuya cantidad de alimento y sabor era mejor.
La migración está marcada por su estacionalidad anual. En contraste, las aves que no son migratorias son llamadas aves residentes.
Donde vivo, Guanajuato, la migración de golondrinas, está compuesta por ocho especies diferentes, las que regularmente en el mes de marzo se ubican en todo el centro de México.
Las golondrinas son incansables viajeras. Realizan dos viajes anuales: uno otoño, procurando climas más benignos y mayor abundancia de alimentos y otro cada primavera, de regreso a sus lugares de cría. En cada viaje pueden llegar a recorrer 12 mil kilómetros con una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora y se calcula que recorren 200 km por día a una velocidad promedio de 60 kilómetros por hora, en sus largos viajes migratorios.
Las pautas migratorias de algunas especies se están alterando debido a factores como el cambio climático, observándose que en el último medio siglo han adelantado en dos semanas su vuelo.
Las aves migratorias, viajeras por obligación, tienen unas zonas del planeta como cuarteles de cría, donde se reproducen, y otras llamadas zonas de invernada, donde migran para sus ‘vacaciones’ de invierno. A sus desplazamientos se les denomina viajes migratorios y representan uno de los acontecimientos más espectaculares de la naturaleza. El alimento es su principal motivo para emprender el vuelo ya que, de forma estacional, escasea.
Quizás las más famosas sean las de la golondrina y tiene una connotación especial la de la Mariposa Monarca, hacia bosques de México, donde permanecen juntas por millones.
Diseño de las aeronaves.
El vuelo de las aves sigue fascinando a los ingenieros como en la época de Leonardo da Vinci. Un ejemplo actual son las mejoras realizadas en las alas de los últimos aviones Airbus que se inspiraron directamente del vuelo del águila. Esta ave posee un vuelo muy eficiente que le permite optimizar el gasto de energía. Durante el vuelo, el águila pliega las plumas de los extremos de sus alas, en una posición casi vertical.
Las aves tienen una capacidad extraordinaria para volar a través de entornos complejos, como bosques, sin chocar con ramas ni otros objetos, por lo que los diseñadores pretenden aprender de esta habilidad e incorporarla a vehículos aéreos no tripulados de pequeño tamaño, y a aeronaves más grandes para tareas específicas, como el aterrizaje.
Muchos detalles aerodinámicos estudiados de las aves, ha sido aprovechado en el diseño del avión de pasajeros más grande del mundo, el Airbus 380, al cual se le ha provisto de alerones verticales llamados winglets los cuales le permiten tener una envergadura de alas relativamente corta, facilitando su acceso a aeropuertos de talla mediana.
Sin duda la ciencia tiene la convicción de que la naturaleza en su “sabiduría” ha provisto a los seres vivos de características técnicas para la optimización del aprovechamiento de los recursos y del ahorro de energía y por tanto, el ser humano, como expresión de la forma de vida superior, tiene que aprovechar estas ventajas de diseño de que disponen los animales.
El diseño aerodinámico no está restringido a las aves, murciélagos e insectos voladores. El diseño aerodinámico se encuentra también en los animales nadadores marinos: peces y cetáceos, entre otros, ya que desde el punto de vista físico, el agua y el aire son muy parecidos. Un ejemplo de ello es el Beluga (Airbus A300-600ST Beluga), cuyo nombre se debe a que la particular forma de su chasis asemeja al de una beluga, cetáceo que habita los mares en zonas árticas, lo que demuestra que las aves, peces y cetáceos son su fuente de diseño aeronáutico.
Los pobres gorriones Chinos.
El exterminio de gorriones en China fue una campaña política desarrollada en China durante el gobierno de Mao Zedong como parte de uno de los tantos proyectos fallidos de su gobierno, como la Revolución Cultural Proletaria dirigida contra altos cargos del partido e intelectuales a los que Mao y sus seguidores acusaron de traicionar los ideales revolucionarios. Otro fue el denominado Gran Salto Adelante, y dentro de la Campaña de las cuatro plagas, los infelices gorriones, más útiles que dañinos, pagaron la locura del dictador.
En el año 1958 Mao lanzó el proyecto del Gran Salto Adelante, que pretendía convertir a China en una gran potencia industrial mediante una movilización masiva de la mano de obra, sin tener en cuenta la falta de tecnología, maquinaria y experiencia. Se pretendía incrementar la producción en la agricultura, ante las sucesivas hambrunas en el país, pero sobre todo se deseaba potenciar la industria pesada para dar respuesta a la industria de guerra.
Una de las campañas del Gran Salto Adelante fue el proyecto de las Cuatro Plagas, en el cual el gobierno chino decretaba que debían ser eliminadas cuatro especies consideradas letales para las cosechas: ratones, moscas, mosquitos y gorriones. El argumento para exterminar al gorrión común, era que devoraba el grano almacenado. Se efectuaron cálculos según los cuales cada gorrión comía un promedio de 4.5 kilogramos de grano al año, por lo que matando a un millón de gorriones, se podrían alimentar a 60 mil personas más. Según palabras de Mao Zedong, “los gorriones son una de las peores plagas, son enemigos de la revolución, se comen nuestras cosechas, mátenlos. Ningún guerrero se retirará hasta erradicarlos, tenemos que perseverar con la tenacidad del revolucionario”. La palabrería vacía, propia de un sermón religioso, pero profundamente dogmático como la religión que es similar a todas las campañas del comunismo en todos los países del mundo, no podía ser otra cosa sino un fracaso con implicaciones nefastas para el pueblo.
Para exterminar a los gorriones, se movilizó a la población para que golpearan ollas y sartenes para agotar a los gorriones o envenenarlos. Los nidos fueron destruidos, los huevos rotos y los polluelos acabaron muertos al no haber adultos que los alimentasen. La campaña estuvo muy cerca de lograr la desaparición completa de los gorriones.
Científicos de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, alarmados por la salvajada de Mao, publicaron una investigación en el que se aseguraban que “los gorriones comen más insectos que grano”, pero como los imperialistas eran el enemigo, Mao los desconoció y apeló a su estúpido aforismo: ren ding sheng tian (el hombre debe derrotar a la naturaleza).
La peor consecuencia del capricho de Mao fue que se dejaron los campos vulnerables a los ataques de los insectos. En abril de 1960 Mao se dio cuenta de que había estado equivocado, y se dirigió a los medios diciendo que se concluyera la persecución de los gorriones. Después vendría algo peor que esta campaña, como fue la Revolución Cultural.
El daño causado por el aniquilamiento de los gorriones trajo consigo la proliferación de las langostas, responsables de una terrible plaga que formó una parte muy importante de la Gran Hambruna China, periodo de 3 años que pusieron fin al Gran Paso Adelante en el que se calcula que murieron entre 16 y 30 millones de personas. Las condiciones de miseria fueron terribles, las cosechas fueron devoradas por las langostas y montones de personas murieron en la pobreza. La tasa de natalidad disminuyó y la de mortalidad aumentó, y los daños económicos fueron terribles, por supuesto que a Mao y a la dirigencia del Partido Comunista Chino no les faltó nada y siguieron su mandato como si nada hubiera ocurrido.
Nikita Kruschev, aliada de China, ayudó a Mao a repoblar el país con de gorriones, enviando la URSS un cargamento de 200 000 que llegaron a China en secreto como si fuera un arma misteriosa.
Una locura más de los grandes líderes, en particular este que como vimos provocó decenas de millones de muertos por hambre. La introducción exitosa de una economía capitalista ha elevado a niveles nunca antes pensados, el nivel de vida del pueblo chino y por supuesto que el ciclo ecológico no se ha alterado nuevamente.
Increíbles estupideces como esta han proliferado a través de la historia, sobre todo en los llamados países socialistas, solo hay que mencionar la hambruna de la región del Volga entre 1921 y 1922 provocada por la primera guerra mundial y la revolución rusa de 1917, con más de un millón de muertos y buscando una justificación con la que echar la culpa de la hambruna a otro, el Partido Bolchevique señaló a la Iglesia Ortodoxa y de esa manera desviaba la atención de las desastrosas políticas económicas de los bolcheviques que habían llevado a la hambruna y los campesinos renegarían de la idea de “Dios” cuando descubrieran que no iban a recibir ninguna ayuda divina, lo que suponían que haría que muchos abrazaron el comunismo; la hambruna soviética de 1932-1933 afectó a las mayores áreas productoras de grano de la URSS por la colectivización forzosa y se estima que de 6 a 8 millones de personas murieron debido a ella, siendo de 4 a 5 millones de los fallecidos de origen ucraniano y que hubo un número de 8,5 millones de víctimas mortales de la hambruna y la represión combinadas durante el corto período comprendido entre 1930 y 1933.
Una familia ucraniana junto a sus hijos muertos por el hambre.
Ucrania, por tanto, fue el mayor genocidio de Stalin. El dictador soviético asesinó entre 1932 y 1933 a millones de ucranianos, algo que ni Hitler logró. Ahora que Ucrania se libró del yugo de la Unión Soviética, Kiev no se resigna a volver al redil de Moscú y por eso el presidente Putin les incauta territorios, apoya a sus disidentes y prorusos y hace una guerra sucia, continuando la política estalinista.
No es privativo de China y de la Unión Soviética estos proyectos descabellados, solamente mencionemos en Cuba las locuras del gobierno revolucionario, con su desastrosa dirección, que pretendieron lograr una meta de 10 millones de toneladas de azúcar en una zafra y para ello paralizaron el país completo y todo lo pusieron en ese empeño malogrado, o cuando desbrozaron millones de hectáreas en todo el país, eliminando cultivos centenarios y producciones frutales para dejar después tierras improductivas y el hambre y la miseria del pueblo.
Por suerte para ellas, las golondrinas cubanas, que podían emigrar libremente, se salvaron de su extinción.
Terror, hambre y muerte es el legado de estos grandes líderes.
Las huellas de las golondrinas en el arte.
Han sido muchos los artistas que se han inspirado en esta ave y en su carácter migratorio, veamos algunos ejemplos.
Dalí
Cola de golondrina y violonchelo es el último óleo que pinta Dalí. Dalí completó Violonchelo y cola de golondrina en la primavera de 1983. Fue la última de una serie de obras basadas en la Teoría de las Catástrofes, así como su última pintura. La Teoría de las Catástrofes fue planteada a finales de los años cincuenta por el matemático francés René Thom, quien postuló la existencia de siete superficies de equilibrio o siete formas posibles de “catástrofes” para cualquier ecuación de cuatro parámetros: el pliegue o flexión, el fruncido o cúspide, la cola de milano, el ombligo hiperbólico, el ombligo elíptico, la mariposa y el ombligo parabólico.
Picasso
Pablo Picasso, pintor y escultor español, creador del movimiento cubista y considerado uno de los mayores artistas del siglo XX, participante de muchos movimientos artísticos y que influyó grandemente en otros grandes artistas de su tiempo, pintó más de dos mil obras.
“He aquí a esos pájaros de pico hendido, de cola ahorquillada y alas largas”. Vuelan raudamente y cuando están en reposo puede uno admirar en ellos, en su cuerpo diminuto, las firmes y gráciles plumas de las colas, uno de los principales rasgos de su anatomía. Son el ave por antonomasia de la poesía romántica española: las golondrinas oscuras de Gustavo Adolfo Bécquer.
Golondrinas es la obra de Picasso.que presentamos.
Miró.
Joan Miró i Ferrà fue un pintor, escultor, grabador y ceramista español, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. En su obra reflejó su interés en el subconsciente, en lo “infantil” y en la cultura y tradiciones de Cataluña. Tiene una obra llamada Golondrina-amor (estudio para un tapiz)
Hiroshige Utagawa
Hiroshige Utagawa, seudónimo artístico de Andō Tokutarō, nacido en Tokio en 1797 fue un pintor japonés. Perteneció a la Escuela Utagawa, una de las más reputadas del estilo ukiyo-e. Hiroshige fue uno de los principales exponentes del paisajismo japonés, llevando esta disciplina a un nivel artístico y de estilo de gran calidad. Nos dejó la exquisita obra de óleo sobre madera titulada Danza de Golondrinas.
Zarzuela “Las Golondrinas”
También pasó a la historia como una de las zarzuelas más gustadas, “Las Golondrinas”, un angustioso drama de celos en el ambiente de un circo ambulante con un payaso como protagonista, estrenada en febrero de 1914.
José María Usandizaga, de no haber muerto tan prematuramente, el compositor vasco podría haber cambiado por completo del destino de la música española, porque a esta obra se le llama “la zarzuela que se creyó ópera”.
Y en México, la golondrina tiene una connotación particular con esta canción:
“A donde irá veloz y fatigada
la golondrina que de aquí se va.
No tiene cielo, te mira angustiada sin
paz ni abrigo que la vio partir
Junto a mi pecho hallará su nido
en donde pueda la estación pasar
también yo estoy en la región perdida
¡oh, cielo santo! y sin poder volar.”
Cuando la despedida es inminente y un nudo de nostalgia anticipada se atraviesa en la garganta, los mexicanos entonan esta canción, que es una danza habanera.
A los mexicanos les gusta vivir las despedidas; con “Las golondrinas”, canción que en realidad se llama “La golondrina”, pero que la voz popular prefirió pluralizar, es una canción cuya letra es un poema que escribió Niceto Zamacois y que, más tarde, Narciso Serradel le asoció una hermosa música que guardó la nostalgia que invadía al músico, por estar exiliado en Francia, mientras que Zamacois estaba en México: nostalgia por los dos autores.
Niceto de Zamacois fue un historiador, periodista, novelista y poeta español, vasco para más señas, emigrado a México en 1840, en donde murió a los 65 años de edad después de hacer importantes contribuciones historiográficas y periodísticas a su país de adopción. ecuerdo que Zamacois era muy conocido en Cuba por sus novelas.
Eduardo Zamacois, nacido en Pinar del Río (Cuba) en 1873, quien vivió casi cien años y aunque tocó pronto la gloria literaria, pues no en vano fue de los autores más leídos de su época gracias a sus novelas galantes de enfurecido naturalismo. Vivió en España, México, EEUU y Argentina dejando una extensa obra desconocida para las nuevas generaciones.
Tuvo nada menos que veintiún tíos por el lado paterno, casi todos consagrados al arte: Ricardo fue actor, el citado Eduardo y Leonardo pintores de renombre; Elisa fue cantante de zarzuela; y Adolfo, artista de circo…y por supuesto Niceto, historiador.
Son inolvidables las interpretaciones de Pedro Infante, Guadalupe Pineda, Plácido Domingo, Elvis Presley, Mariachi Vargas de Tecalitlán, Pedro Fernández, Frankie Laine, Juan Arvizu, Caetano Veloso, Alfonso Ortiz Tirado y muchos otros.
“La Golondrina” se ha grabado también en alemán y holandés y es e l símbolo musical de las despedidas mexicanas, en particular los funerales.
Johnny Depp y su tatuaje de golondrinas.
El significado de las golondrinas.
Durante la Segunda Guerra Mundial muchos marineros estadounidenses comenzaron a tatuarse símbolos que eran muy importantes para ellos. Un grupo de ellos trabajaba en un barco llamado ‘Swallow’ (golondrina) y decidieron tatuarse una golondrina en el pecho en honor al barco. Desde entonces, la golondrina significa lealtad y amor. La golondrina también se conoce por ser un ave que vuela junto a los barcos en el mar y que cuando está cansada se posa en estos para descansar.
Otro significado posible es que por cada 5.000 millas náuticas que recorrían los marineros se tatuaban una pequeña golondrina que les proporcionaba buena suerte. La leyenda fue creciendo hasta que muchos marineros decidieron tatuarse el ave simplemente para atraer la buena suerte, hubiesen recorrido esas millas o no.
En resumen se asocia a la golondrina con el devenir del tiempo, haciendo hincapié en lo irremediable de su paso y como un signo de renovación, cambio y esperanza, es decir, la primavera.
Solo espero que este año, y los sucesivos, las golondrinas regresen a los nidos que hicieron en mi casa, para seguir disfrutando de la buena suerte que traen con ellas.
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